Carta a Vicente Albornoz
Estimado Vicente, acabo de leer su artículo de opinión publicado el 25 de junio llamado “Presi, juéguesela”. En su carta aborda puntos muy importantes, como son la consulta popular para decidir sobre el futuro del Yasuní, la minería y los combustibles. Coincido al 100% en los dos primeros. Pienso que cortar la producción petrolera en el bloque ITT sería un gravísimo error, tomando en cuenta que el país no tiene todavía fuentes alternativas de ingreso que puedan sustituir los recursos que el estado dejará de percibir. De igual forma, siendo la minería un recurso alternativo, a pesar del daño que sufre el medio ambiente, qué mejor que legalizarla, incluyendo leyes que minimicen al máximo el impacto ambiental y la minería ilegal. Donde no coincido es en el tema de los subsidios a los combustibles. Se preguntará ¿por qué? Cuando se habla de los subsidios, lo que la mayoría de analistas y muchos ecuatorianos no recuerdan, es que, debido a la implementación de los mismos, y al deterioro constante de la economía del país, los gobiernos recurrieron principalmente a los aranceles. Esto hizo que el costo de la vida de los ecuatorianos aumente paulatinamente hasta volverse casi insostenible. Lo sentimos día a día cuando debemos adquirir muchísimos productos que no son producidos en el Ecuador. Entonces, si hablamos de los subsidios y del daño que representan al estado, siempre debemos puntualizar cómo estos subsidios fueron “amortizados” buscando fuentes de ingreso que provienen de los propios ecuatorianos. Para terminar con los subsidios, primero se debe analizar la forma de reducir el costo de la vida, generar empleo, incentivar la producción local y la sana competencia; y así colocar más dinero en los bolsillos de la ciudadanía para agilizar la economía, caso contrario lo único que se logrará es encarecer aún más nuestras vidas.
Macario Stefano Rosania Larrea
La ruina moral
Cuentan las Escrituras que un tercio de los ángeles creados por Dios decidieron seguir a Satanás en su rebelión contra la Majestad Divina. Mientras esto sucedía en los cielos, aquí en la tierra los seguidores de Trump van en aumento cada vez que tiene que enfrentar a la justicia por haberse llevado documentos secretos a su mansión y cada vez que aparece una nueva fémina para acusarlo de violación. Dicen que en Ecuador un tercio de sus habitantes se declara seguidor del prófugo Rafael, a pesar de las mil pruebas que confirman sus acciones corruptas durante los diez años de su gobierno. No hay duda de que estamos viviendo en un mundo al revés, chueco y retorcido, donde a lo malo llaman bueno y a lo bueno, malo.
Tan mal está la cosa, que para las próximas elecciones nacionales se pide a los candidatos a diferentes dignidades que deben cumplir con ciertos requisitos como: tener un prontuario de por lo menos tres delitos en los últimos cinco años; haber sido excarcelado por algún juez de Yaguachi o Manglaralto; no haber devuelto jamás ni un centavo del dinero mal habido; no haber pagado impuesto a la renta en los últimos cinco años; haber recibido apoyo económico de alguna organización narcodelictiva y sobre todo, saber mentir a diestra y siniestra sin mostrar ni una pizca de rubor o vergüenza.
El próximo gobierno que se viene se convierte en la suprema payasada correista, no solo porque durará algo más de un año, sino porque permitirá enraizar aún más a la corrupción imperante. Se da entonces la bienvenida al descaro, al despilfarro, a la injusticia, al hurto, a la mañosería, a la mentira y a otras diabluras similares que siempre acompañan a quienes buscan crear el caos y destruir para siempre al pueblo ecuatoriano.
Gustavo Vela Ycaza
El Ecuador necesita: justicia e igualdad
Como un ecuatoriano de a pie y la mayoría de la población formamos parte de este grupo, me atrevo a decir que el nuevo presidente del Ecuador debería ser una persona inteligente y que esto lo demostraría explicando al pueblo sus planes de mejora en todos los campos que se necesita y colocando a sus ministros y demás puestos de responsabilidad después de analizar su formación académica, experiencia en dicha área y sus rasgos de personalidad que demuestre honestidad y justicia. Además que se debería tomar en cuenta su salud física y mental para tan importantes puestos por su grado de responsabilidad. Actualmente en el país tanto en las empresas públicas, privadas, militares y civiles, los departamentos de talento humano no son idóneos, debido a que en la mentalidad de los que seleccionan, contratan o despiden empleados, siempre hay privilegios a la hora de contratar como a la hora de sancionar. Basta citar algunos ejemplos del actual gobierno, poner Secretario de seguridad a una persona que no tenia formación ni experiencia en dicha área; o al Consejero de Seguridad, que por su edad ya no está para estos menesteres, y esto es un mal ejemplo para las Instituciones o empresas públicas o privadas porque creen que está bien hacer lo mismo. Asimismo, se habla de igualdad de oportunidades, pero en la actualidad esto es una farsa, un hombre del pueblo que tenga 50 años o más y necesite trabajar, no consigue entrar en una Institución o empresa. Lo que existe en la actualidad es desigualdades de sueldos, jubilaciones y demás beneficios entre civiles y militares o policías. Ni que decir de algunos jueces que se venden al mejor postor, así vemos como cabecillas de bandas criminales salen libre al poco tiempo o en un juicio laboral siempre ganan los dueños de las grandes empresas. Hasta ahora el resultado en el país está a la vista: desempleo, miseria ,sicariato, narcotráfico y resentimiento del pueblo ecuatoriano con su gobernante. Sí de verdad se quiere cambiar al Ecuador, se debe cambiar primero de mentalidad.
Arturo B. Guevara G.