Carondelet ha sido el escenario por excelencia de nuestra vida política durante tres siglos. ¿Por qué se pretende anularlo? El Centro Histórico perdería uno de sus hitos. Se alegan razones irrisorias. ¿Alejarse kilómetros del núcleo actual será el remedio?
Es hora de peatonalizar el Centro Histórico y convertirlo en un eje gubernamental adecuado a los tiempos. ¿Faltan espacios para la Presidencia? El Centro Cultural Metropolitano y la manzana Chile-Benalcázar-Sucre-Cuenca son la solución. Remodelarlos resultaría mucho menos oneroso que edificar nuevas obras.
¿El peregrino proyecto no será otro hilo del ovillo crematístico que sigue creciendo sin ton ni son? ¿Quiénes serán los beneficiarios? La reubicación en San Bartolo no solo implicaría una burla a la historia; equivaldría, además, a una proclama de inseguridad, insensatez y autocracia.