Me parece que el tema puesto a debate sobre la jubilación especial de la mujer merece un análisis más detenido y no las respuestas superficiales del Presidente del IESS e incluso de distinguidas damas que sin más rechazan la idea, a pesar que se trata de una acción afirmativa ante la inequidad en el reconocimiento de las condiciones de trabajo de la mujer, que se ha mantenido por décadas y que así lo reconocen.
Es verdad que no se puede afectar las finanzas del IESS, pero tampoco se puede hacer un cálculo de que la mujer ingresa a los 20, se jubila a los 45 y se muere a los 78. Entiendo que no todas se afilian a los 20 (con los empresarios que tenemos) ni mueren a los 78 (con los servicios del IESS) y peor quieren jubilarse a los 45. Se podría encontrar alternativas, pero la jubilación temprana en mi opinión es justa.