La sabiduría popular dice que “no sirve de nada el palo con una mula muerta”.
Los ‘forajidos’ se tapan los oídos ante el hecho público y notorio de que su proyecto económico no despegó. No reconocen que “la patria del buen vivir del siglo XXI” era una serie de ficción con fin inesperado. Ya no sirve de nada omitir el hecho obvio, minimizarlo con ceño fruncido o amenazarnos con una demanda por mencionarlo.
El primer paso en la rehabilitación por dependencia es aceptar la propia condición de adicto.
Los ‘forajidos’ hicieron un gobierno crudodependiente. Pero la burbuja petrolera hizo ¡plop! El ‘milagro ecuatoriano’ duró lo que San Petróleo Caríssimo en bajar el dedo. Tras la burbuja petrolera vemos solo puras burbujas de humo.