En la semana anterior fui testigo de tres asaltos y un secuestro exprés. Dos sucedieron a las 19:30 frente a la Plaza de Toros, otro a la altura del IESS en el centro; y el secuestro exprés, sin lugar específico. En este caso los delincuentes expulsaron de un taxi, en la Bakker II, a una pareja , luego de quitarles las tarjetas de crédito, les dieron un paseo durante dos horas hasta que el resto de pillos vacíen el dinero del cajero automático.
Antes escuchaba estas noticias en la crónica roja y me parecían lejanas, ahora es el pan del día y con lo que nos cruzamos a diario. Estamos invadidos por la delincuencia, en la ciudad se cerraron casinos pero los permisos para los billares y bares están vigentes, estos negocios han crecido irracionalmente, no han respetado el uso de suelo y se han ubicado cerca de oficinas, universidades, dentro de urbanizaciones, etc.
¿Por qué a estos sitios se les deja funcionar a su antojo? Las autoridades se hacen de la vista gorda, mientras que los ciudadanos honrados tenemos que pagar patentes para trabajar, además de un sinnúmero de permisos, impuestos, etc.