Hace 5 años y medio fui trasplantado el hígado. En los dos primeros años y en vista de que Seguro Social no disponía del servicio de trasplantes de ese órgano, fui atendido en el Hospital Metropolitano, durante ese periodo, no hubo escasez de medicamentos o reactivos para medir la concentración en sangre del inmunosupresor conocido como Tacrolimus.
Una vez que el Hospital Carlos Andrade Marín, contó con los médicos especialistas y otros recursos indispensables fuimos transferidos a dicho Hospital. Deseo destacar el profesionalismo de los médicos especialistas que durante este periodo me han atendido. Desde hace 4 meses aproximadamente, existe racionamiento en el despacho de Tacrolimus, la entrega de este medicamento se hace para periodos que oscilan de los 10 hasta los 30 días. Otro medicamento denominado micofenolato no está disponible en absoluto. La consecuencia de esta escasez , determina que los pacientes tengan que regresar cada 10 o 15 días y a que los profesionales tengan que sextuplicar las citas de atención a los trasplantados(ésto en vista de que el período de atención en condiciones normales es cada 3 meses).
La razón de este problema radica en que la ministra de Salud, rectora de todo el sistema de salud, no aprueba los vistos buenos para la compra de estos medicamentos en forma oportuna. El Presidente Moreno cuando se refiere a otro grupo vulnerable “los viejecitos” ha dictaminado acciones para que estos sean atendidos oportunamente. Ojalá ordene a la ministra de Salud que estos transplantaditos seamos tratados con decoro , más aun cuando hemos aportado como en mi caso por 41 años a la seguridad social.