Es una canción que escuchaba cuando era niño que se refiere al espacio vacío que queda en el corazón cuando alguien se aleja temporal o definitivamente, así hemos despedido a amigos, padres, hermanos, esos luchadores incansables que se brindaron por completo a sus proyectos de vida.
En esta ocasión quiero realizar un agradecimiento profundo al Pachi ese padre extraordinario, hermano, primo, amigo, que nos deja, pero que seguirá llenando nuestros corazones ya que en sus hijos y esposa siempre encontraremos su legado. Un día llegó a Ambato para quedarse para siempre ahí, de esa tierra hizo su hogar y el de su familia, con su sonrisa y su cariño hizo amigos inolvidables. Ahora le despedimos con un mensaje de vida y de amor.