La amistad es un don sagrado del ser humano, decir amigo es decir hermano, que lo elegimos para caminar juntos en la vida y debemos conservarlo como un tesoro, pues nos permite llevar adelante el sacrificio de los malos momentos o la alegría de la felicidad. Se debe siempre buscar en las personas un amigo más, con esta fórmula tendrás un potencial enemigo menos.
Quiero priorizar que “La naturaleza me ha dado hermanos que son mis amigos del alma. La vida me ha dado amigos que son mis hermanos del alma”. A los que he seleccionado como mis amigos y hermanos del alma tienen que hablar y callar en los momentos oportunos, sobre todo que sepan escuchar, deben guardar los secretos, como mérito de confiabilidad, para mejorar como personas y amigos. A quienes debemos mirarlos con los ojos del corazón, quienes nos invitan a soñar, porque soñar no cuesta nada, con su apoyo tal vez se hagan realidad, es decir, tener sueños imposibles para lograr que se hagan realidad muchos sueños posibles. A ellos y a los amigos de ellos, les dedico la canciones “a mis amigos” y “cuando un amigo se va” de Alberto Cortez, “Amigo” de Roberto Carlos, “Amiga” de Miguel Bosé.