Sorprende la alarma por la fuga del ex ministro Alvarado, quien fue connotado funcionario del gobierno anterior, al que se recrimina actos de corrupción, pues el cumplimiento de impuestos, leyes y obligaciones laborales, han creado rencores desmedidos, con mayor razón en lo político que algún tiempo no hubo repartos o componendas, que generaban las vergonzosas reyertas en los congresos, o en educación y salud, las ventas de nombramientos y cargos, perdida de medicinas, nepotismo y maltrato al usuario, que parecen regresar con el gobierno actual. Sin embargo cuando un conocido capo de la política que trasladó dinero en costales, escapaba espectacularmente de la justicia, no produjo mayores sorpresas, ya que el país se acostumbró a estos actos impúdicos, que ahora regresa a disfrutar de dinero mal habido, vociferando por un medio radial alquilado.