El agua es un recurso vital, nadie lo duda. Su manejo debe garantizar la equitativa distribución y disponibilidad para todas las actividades de una sociedad en una cuenca hidrográfica, no solo para los más cercanos a las fuentes de captación.
En Ecuador las responsabilidades mas acuciantes recaen sobre los grandes usuarios, la agricultura (80%), el uso doméstico (13%), y la industria (7%) entre las que la minería usa el 1%. Obviamente hay un desenfoque casi vicioso sobre la minería. En el Oriente llueve 2240 mm/año lo que lo convierte en uno de los sitios más pluviosos del planeta. La escasez de agua no es el problema crítico, sino la distribución para mantener la equidad de uso y la gestión para precautelar su pureza.
La naturaleza nos ha beneficiado con muchos recursos que necesitamos para continuar nuestra lucha contra la pobreza y las enfermedades, y todos son esenciales, incluyendo la minería.