La ley y las normas deben ser para todos. La gran cantidad de accidentes de tránsito debería ser de reflexión y corrección.
La revisión vehicular debe hacerse a escala nacional, no en Quito y ahora en Guayaquil, solamente. Los avivatos, que de esos tenemos bastantes en este país, se van a matricular en otro cantón o en otra ciudad.
Muchas vidas están en juego todos los días, el Estado es indirectamente responsable de las mismas. Hace falta un control de los autos y camionetas en los mercados. Un control por muestreo y por zonas de todos los automotores, de lo más mínimo llantas, botiquín, parabrisas, etc.
El tener un vehículo implica una gran responsabilidad con la sociedad.
Hay que empeñarse en hacer que los conductores sean conscientes, que su vida y la de muchos están en sus manos.