Uno de los objetivos trazados por el Gobierno para este año es concretar la fusión de las firmas estatales Petroecuador y Petroamazonas. La decisión va orientada hacia la optimización de recursos públicos y la consolidación en una sola empresa de todo el proceso que demanda el tratamiento del hidrocarburo. También, a decir del Ejecutivo, promoverá la reducción de gases de efecto invernadero y el desarrollo de la petroquÃmica.
Desde esa perspectiva, la administración y los niveles operativos y técnicos estarán bajo la coordinación de un solo mando, con lo cual se espera que la eficiencia y la rentabilidad sean las caracterÃsticas de la nueva Empresa de EnergÃa del Ecuador (EEE).
Para cumplir el proceso, mediante el cual Petroecuador absorberá a Petroamazonas, se cuenta con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Si todo va de acuerdo con lo programado, la meta se alcanzará en el primer semestre del 2021.
Algo que será fundamental para consolidar a la nueva empresa será dotar de herramientas administrativas que permitan una autonomÃa financiera, que tenga objetivos claros, con un patrimonio sólido, que sea rentable, y ante todo, que esté lejos de la influencia polÃtica, como ha sido costumbre.
Los ecuatorianos están pendientes de cómo avanza el proceso porque se trata de uno de los sectores estratégicos de la economÃa.
Algunas voces apuntan a que esta es la oportunidad de constituir una empresa que recupere su autonomÃa financiera y que genere rentabilidad. Sobre la mesa se debate el modelo que se debiera implementar y ahà se pone como ejemplo lo que sucedió con Ecopetrol en Colombia y cómo ahora tiene una destacada participación en el mercado bursátil.
Lo importante es que en el proceso de consolidación de la EEE no exista improvisación, que prime el manejo técnico, que las personas en quienes recaiga la responsabilidad de su administración haya vocación de servicio. A la final, el petróleo es de todos. Y esto también lo deben considerar los candidatos.