Santiago Guerrero, @guerrerosanti7 (O)
El 24 de agosto del 2014, desde Nueva York, en pleno US Open, el empresario Fabricio Valdivieso confirmaba la noticia: “Quito será sede de un ATP 250. Hoy fue aprobado por la ATP. Viva el Ecuador”, escribió muy emocionado en su cuenta de Twitter.
El Consejo Directivo de la Asociación de Tenistas Profesionales, en su reunión en el Abierto de los Estados Unidos, aceptó a Quito como sede del certamen, después de haber visitado la ciudad y el club Jacarandá, donde se iban a disputar los partidos. La capital ecuatoriana reemplazó a Viña del Mar e iba a mantener la sede por cinco años.
Sin embargo, cuatro años más tarde, justo antes de que se juegue el US Open, la organización del ATP 250 de Quito anunció que la quinta edición del torneo no se jugaría en el 2019 “debido a la falta de apoyos, relacionados a la actual situación económica del país”.
Desde el primer día, el Ecuador Open Quito -como se llamó comercialmente al torneo- mantuvo una arriesgada cercanía con varias empresas estatales. Este tipo de torneos viven principalmente de los patrocinios, porque su costo de organización es alto.
Fabricio Valdivieso y Manuel Maté, los empresarios responsables de la organización, encontraron en el Gobierno central y en el Municipio capitalino a sus principales respaldos económicos para el financiamiento del torneo, que repartía más de USD 500 000 en premios a los tenistas, cada año.
A esa cifra obviamente hay que sumarle la organización del evento como tal: pago de jueces y personal de cancha, promoción, alimentación, hospedaje y un sinnúmero de otras actividades que tienen que ver con la puesta en marcha de un torneo de esta categoría.
Del 2015 al 2018, el Ecuador Open Quito contó con el patrocinio de varias marcas, algunas privadas, pero la mayor parte fueron públicas. Lastimosamente, la situación económica del país y los recortes de presupuestos también golpearon al tenis y el ATP 250 no pudo encontrar el respaldo económico que necesitaba. Por eso, se fue de Quito.
La capital y el país perdieron probablemente el evento deportivo más importante que se ha disputado en nuestro país. El Ecuador Open fue una fabulosa vitrina para exhibir los atractivos turísticos de Quito. En febrero de este año, por ejemplo, el francés Gael Monfils junto a otros tenistas como el ecuatoriano Roberto Quiroz, jugaron una exhibición en el monumento en la Mitad del Mundo. Las imágenes se vieron en cientos de países.
Video: YouTube. Cuenta: Ecuador Open 250
Según datos oficiales, las transmisiones por televisión del Ecuador Open Quito se vieron en 65 países. En el 2016 se emitió una edición especial del programa ATP UNCOVERED que se vio en 190 países, donde se destacaba el buen nivel que se mostraba en el torneo y los atractivos de la ciudad.
Desde el 2019, el torneo que se jugó durante cuatro años en la ciudad de la Mitad del Mundo, se trasladará a Córdoba, en Argentina. Se disputará entre el 4 y el 10 de febrero en las canchas de arcilla del Córdoba Lawn Tenis y ahí empezará el circuito sudamericano que incluye: ATP 250 de Córdoba, ATP 250 de Buenos Aires, ATP 500 de Río de Janeiro y ATP 250 de Sao Paulo.
Video: YouTube. Cuenta: Ecuador Open 250
Por Quito desfilaron varios de los mejores tenistas del mundo. El serbio Janko Tipsarevic, el croata Ivo Karlovic, los españoles Fernando Verdasco, Albert Ramos, Pablo Carreño Busta y Feliciano López, el ucraniano Alexandr Dolgopolov, el italiano Paolo Lorenzi, el francés Gael Monfils… y por supuesto, el dominicano Víctor Estrella Burgos, campeón de las tres primeras ediciones.
En declaraciones a EL COMERCIO, Manuel Maté ratificó que la principal razón para que el Ecuador Open se vaya de Quito fue la falta de apoyo económico. “Para la edición de este año tuvimos muchos problemas, la situación política y económica del país nos impiden seguir”.
El tenis es uno de los deportes con mayor tradición en el Ecuador. A lo largo de los años hemos contado con enormes raquetas como la de Pancho Segura Cano, Andrés Gómez y Nicolás Lapentti. El deporte blanco se juega en todo el país. Sin embargo, se ha dificultado la organización de torneos. Se fue el ATP 250, el Challenger de Quito está en duda, el Challenger de Manta ya no se juega y el único que queda con vida es el Challenger de Guayaquil.
La crisis en el país también está tocando al deporte y el tenis ya está pagando las consecuencias.