El guapo de la barra

Lo que otros callan por temor o timidez, aquí se lo dice sin anestesia. Es comentarista de fútbol de EL COMERCIO.

Alejandro Ribadeneira

Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Central. Es periodista desde 1994. Colabora con el Grupo El Comercio desde el 2000 y se ha desempeñado en diversos puestos desde entonces. Actualmente ocupa el cargo de Editor Vida Privada.

Ecuador tiene Supercopa... ¿o súper-papelón?

Carlos Garcés fue capitán del Delfín de Manta en la final de la Supercopa Ecuador. También fue figura en la campaña del 2019, cuando el cuadro manabita se proclamó campeón de la LigaPro. Foto: Tomada de Twitter

Carlos Garcés fue capitán del Delfín de Manta en la final de la Supercopa Ecuador. También fue figura en la campaña del 2019, cuando el cuadro manabita se proclamó campeón de la LigaPro. Foto: Tomada de Twitter

Todas las críticas por las formas en que se realizó la convocatoria de la Supercopa de Ecuador pueden ser válidas. Pero eso no tapa que existe un principio que no puede ser anulado: la Federación Ecuatoriana de Fútbol tiene derecho a organizar torneos.

Que sean largos, cortos, con tres equipos o 60 y que los formatos cambien abruptamente es absolutamente secundario pues la Ecuafútbol es una entidad con el poder de convocarlos, desarrollarlos y culminarlos.

Mal empieza el año si los dirigentes ceden ante la presión del patrocinador de un club, que no quiere ver al equipo en determinado canal. Es como si Real Madrid no jugase la Copa del Rey porque Telefónica, su auspiciante, se enfada debido a que el torneo lo trasmite la competencia. O que las selecciones vestidas por Nike no acudan al Mundial porque el balón es de Adidas.

El patrocinador tiene derecho, por supuesto, a velar por sus intereses. Pero el manoseo de la palabra ‘amistoso’ ha sido grosero y abusivo porque la Ecuafútbol, de forma evidente, convocó a un torneo de apertura de temporada, como cualquier federación del mundo. ¿El de Inglaterra es oficial y el de Ecuador no, porque lo dice un patrocinador o porque a un hincha con Twitter no le gustan los criterios de convocatoria?

Es verdad que desde la misma entidad rectora un directivo contribuyó a la confusión, algo que tampoco sorprende porque la pandémica guerra civil del 2020 dejó en claro que la fragmentación de la dirigencia es profunda, similar a la que vemos en la papeleta electoral (se juega como se vive, dijo Pacho Maturana alguna vez). La Supercopa es el primer papelón del año, que demuestra que la unidad en nuestro fútbol no existe.

Carlos Garcés fue capitán del Delfín en la final de la Supercopa Ecuador 2020.