Unos están contentos y optimistas, y otros tienen la sensación de que no se consiguieron mayores logros, tras siete días de paro en Carchi.
Los primeros creen que se atenderán las demandas y que finalmente se pondrá en marcha una agenda de desarrollo, para reactivar la economía provincial.
Los segundos consideran que no era necesario paralizarse una semana para que, por ejemplo, los municipios pudieran obtener recursos, como la devolución del IVA, ya que por ley les corresponde recibirlos. Quizá, lo efectivo es haber logrado que les transfirieran esos fondos, después de tres o dos años de retraso, según cada caso.
En lo que sí coinciden es que los acuerdos alcanzados con el Gobierno tienen que concretarse, pero todo depende de que las autoridades seccionales los hagan cumplir.
El seguimiento y la exigencia que se haga al Gobierno central queda en manos de los alcaldes y el prefecto durante estos cuatro años que estarán en sus cargos.
Es evidente que esa reactivación no se logrará en el corto plazo, pues es un proceso de largo aliento que requiere de tiempo para implementarse.
Si bien es cierto que la construcción de vías, como la ampliación a cuatro carriles de la Panamericana Norte, tiene fecha para empezar su ejecución, hay otras propuestas que no se lograrán de inmediato.
Carchi podrá salir de la crisis económica solo si concretan la creación de los polos de desarrollo y el fondo provincial. Gremios, como la Cámara de Comercio, creen que la ampliación de la Panamericana representa un paso importante en esa agenda, porque se tendrá una vía para atraer a los turistas a la provincia y también para movilizar la producción y el comercio.
La devaluación del peso colombiano no se ha detenido y esta semana alcanzó un récord de 3 500 pesos por cada dólar, lo cual profundiza mucho más el problema económico de la provincia. Que esta coyuntura realmente sea la oportunidad para el crecimiento de Carchi.