El sector turístico privado está entusiasmado con su proyecto, para convertir a esta actividad en una potencia económica.
Se trata de la creación del clúster del turismo, para impulsar su crecimiento, con la participación de toda la cadena, incluido el Estado. Y no se trata de una propuesta en el papel. La Federación Nacional de Cámaras Provinciales de Turismo, con la asesoría del IDE Business School, articulará una especie de sociedad. Se han involucrado los hoteleros, agencias de viajes, operadoras, servidores turísticos, algunos municipios, funcionarios del Ministerio, principalmente.
Como les dijo el exministro de Turismo de Argentina, Gustavo Santos, a quien invitaron a un taller, tienen que trabajar juntos los sectores público y privado, porque no es posible hacerlo solos.
Esa unión es necesaria, sobre todo, porque es urgente resolver algunos problemas, como la falta de infraestructura de los servicios en los balnearios de las playas. Lo ocurrido en Salinas pone en evidencia esa falencia en el país, porque el sistema de alcantarillado pluvial y sanitario no funciona o no existe. Para hacer turismo, esa infraestructura es vital, así como el agua potable.
Podemos tener los paisajes más maravillosos del mundo, pero si no contamos con servicios básicos será imposible atraer a los turistas. Y no es lo único por resolver: la seguridad, conectividad, el uso de las tecnologías, la oferta de destinos a partir de la demanda de los visitantes, la inversión y los servicios financieros son otras aristas importantes.
Argentina atrajo más de nueve aerolíneas y mueve 15 millones de pasajeros anuales. Allá se pensó más en la demanda y en el gusto del turista, que en la oferta; y la promoción fue digital, porque “lo que no está en el teléfono o en el internet no existe”, dice Santos.
Así el turismo se convirtió en una actividad económica (que genera empleo y divisas) y dejó de ser un tema de las páginas sociales de los medios. Ese es el desafío de la Federación y en buena hora por su iniciativa.