¿Niñas embarazadas?
Incluir la educación sobre los derechos de la mujer en los programas de estudio escolares de Ecuador no es una dádiva arrojada a su suerte, a la espera de que una deidad se aparezca en el camino de asambleístas, sacerdotes, autoridades, ‘influencers’ o candidatos presidenciales.
Educar a los niños en derechos de género, para respetar al otro y convivir sin prejuicios, es uno de los exhortos que especialistas de DD.HH. de la Organización de las Naciones Unidas han hecho al Estado ecuatoriano en su último informe del Comité para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (Cedaw).
¿La ONU ha pedido a Ecuador que lleve un enfoque de género hasta los programas de estudio escolares? Sí, para eliminar las actitudes estereotipadas patriarcales acerca de las funciones de las mujeres y los hombres en la familia y en la sociedad, para sepultar el machismo, para ejercer derechos.
El Cedaw ha prendido la ‘alarma’ por la violencia sexual y el hostigamiento en escuelas, que convierten a centenares de niñas en madres. Hay que ver los datos del INEC. En 2017 Ecuador registró 2 247 embarazos de menores de 14 años; en 1990 hubo 634. Seis niñas quedan embarazadas cada día en este país. Escalofriante. Y no. No se relaciona con el aumento poblacional. La tasa de embarazos en jóvenes de entre 15 y 19 años era de 73 casos por cada 1 000 mujeres en 1990 y fue de 70 en el 2017. Pero la tasa de embarazos de niñas menores de 14 años fue de 1,08 en 1990 y alcanzó 2,78 en 2017. La cultura patriarcal calla el aumento de abusos contra niñas con impunidad.
¿Niñas embarazadas? Sí, abusadas. El Código Penal tipifica que todo acceso carnal a menores de 14 años es “violación”. Entonces, ¿no es impunidad que la sociedad obligue a las niñas a ser madres? Señores, ya es tiempo de debatir la despenalización del aborto en casos de violación, de no dudar de las víctimas, tal como el Cedaw ha exhortado; las niñas, las víctimas de abusos sexuales, merecen ser puestas por encima de su fe.
¿Debatir? Sí. En el país, una de cada 10 víctimas de muerte materna tiene entre 13 y 17 años. El aborto clandestino mata.