Una esquirla extraída del cuerpo de Darwin Panchi es la única evidencia entregada por el Hospital Militar a la Fiscalía sobre la muerte de dos soldados, tras la balacera del 30 de septiembre en Quito.
Para mañana está previsto el análisis de esa muestra, que está en custodia judicial por orden del fiscal Luis Enríquez. La semana pasada el perito balístico Carlos Echeverría, al igual que representantes de la casa asistencial militar, coincidieron en que se trataba de un proyectil que se le extrajo en la cirugía practicada al soldado Panchi, quien había llegado herido y falleció dos días después.
Echeverría indicó que en el cuerpo de Jacinto Cortez, militar sepultado y después exhumado en Santo Domingo de los Tsáchilas, se hallaron dos esquirlas y un fragmento de la clavícula.
No obstante, una fuente relacionada con esta diligencia desmintió esa afirmación. Aseguró que la Fiscalía mantiene en cadena de custodia apenas un fragmento de proyectil, extraído del cuerpo de Panchi, sepultado en Ambato.
Mediante un estudio microscópico, incluso un análisis de ADN, se confirmará si el fragmento fue extraído del cuerpo del militar y a qué tipo de proyectil pertenece.
Darwin Panchi falleció como consecuencia de un impacto de bala en su cráneo, mientras apoyaba al operativo de rescate del presidente Rafael Correa. La noche del 30-S ingresó a Cuidados Intensivos del Hospital Militar, pero falleció dos días después.
Jacinto Cortez murió en el hospital del IESS, por heridas causadas durante el operativo.
Las evidencias de esas muertes son pruebas en la investigación del presunto intento de asesinato al presidente Rafael Correa, durante el 30-S. El fiscal Enríquez está cargo de la instrucción.
Uno de los detenidos en el caso es el policía Giovanny Chancusi. Está preso desde hace 30 días en la Cárcel 4 de Quito, acusado de intentar retirar la máscara antigás al Primer Mandatario. Hoy se le harán fotografías. Los peritos compararán esas imágenes con las entregadas a la Fiscalía.
Atentado contra testigo
Ayer el fiscal subrogante, Alfredo Alvear, indicó que un testigo del 30-S denunció que sufrió amenazas y que incluso dio el número de placas del vehículo en que se trasladaban los supuestos amenazantes. Alvear anunció que se investigará el hecho.
En tanto, la Fiscalía abrió un proceso de indagación sobre el posible atentando que sufriera el juez XXII de Garantías Penales, Juan Pablo Hernández. En esta semana se realizarán varios peritajes en el lugar de los hechos.
El viernes 5, personas no identificadas estrellaron e incendiaron un vehículo Chevrolet D-max, en el interior del domicilio del juez en Pomasqui (Quito).
El fiscal Iván Ron está al frente de estas indagaciones. El mismo día de los hechos ya se hicieron los primeros peritajes. Hernández encabezó las audiencias en procesos contra varios inculpados.