Redacciones Cuenca, Loja, Ibarra y Sierra Centro
El retorno a clases en la Sierra y en la Amazonia está cerca y aún es evidente la falta de señalización en las calles y avenidas aledañas a los establecimientos educativos.
A pesar de que es el primer año que los estudiantes retornarán a las aulas con la vigencia de una Ley de Tránsito que sanciona a los peatones, en la capital azuaya ni siquiera se repintaron los pasos cebra. Esa es responsabilidad de la Unidad Municipal de Tránsito.
Lo que dice la Ley
De acuerdo con las disposiciones de la nueva Ley de Tránsito, los peatones que no utilicen los pasos cebra y puentes peatonales para cruzar la calles serán multados con USD 10,90.
La Policía realiza el control desde junio pasado. Los peatones que en el momento de la sanción no tienen la cédula de identidad son retenidos hasta que algún familiar llegue con el documento.
En la normativa de Tránsito no se establecen sanciones para los niños menores de siete años. Pero si se están movilizando con sus padres y comenten una contravención, la multa recae sobre los mayores de edad.En la intersección de las calles Bolívar y Vargas Machuca está ubicada la Unidad Educativa María Auxiliadora. Allí no está señalizada la zona por donde deben circular los peatones.
Algo similar ocurre en la unión de la Honorato Vásquez, donde funciona la escuela Luis Cordero, y en la intersección de la Colombia y Hermano Miguel. En este último sitio está localizada la escuela Miguel Ángel Estrella.
Es conocido que durante las horas pico, en estos sectores se generan embotellamientos y los alumnos tienen que cruzar la calle entre los vehículos. A inicios de este año, una niña de la escuela 3 de Noviembre murió arrollada por un bus de transporte urbano.
El director de la escuela Panamá, Vinicio Carrión, informó que durante todo el año lectivo envían oficios a la Unidad Municipal de Tránsito (UMT), a la Guardia Ciudadana y a la Policía de Tránsito.
“Cuando atienden el pedido, solo colaboran con personal para la vigilancia durante una semana”, añadió.
En este plantel estudian 575 niños y un buen número se moviliza sin la compañía de sus familiares. En la parte externa de esta escuela solo han quedado líneas despintadas del paso cebra.
Ante estas falencias, desde el año pasado, en algunos planteles se impulsan iniciativas para proteger a los más pequeños.
Por ejemplo, en las escuelas 3 de Noviembre, Benigno Astudillo y Federico Proaño los alumnos de quinto y sexto cursos se turnan todas las mañanas para detener el tránsito y ayudar a cruzar la calle al resto de niños.
Boris Palacios, director de la UMT, explicó que en este año han priorizado la señalización en el Centro Histórico, para complementar la instalación de los nuevos semáforos. “Luego trabajaremos en las calles y avenidas en donde están ubicados los establecimientos educativos”.
Algo similar ocurre en Loja. Los 15 plantes educativos que acogen al mayor número de estudiantes están ubicados en el Centro Histórico. En esa zona no están pintados los pasos cebra.
En la intersección de las calles Olmedo y José Antonio Eguiguren está el colegio La Dolorosa. Allí hay semáforos, pero no está señalizado el espacio para los peatones. La vecina Isabel Gutiérrez cuenta que a la hora de ingreso y salida de los alumnos llega un Policía. “Aun así no deja de ser peligroso para los niños, que cruzan la calle entre gritos y ruidos”.
El sector de la escuela Julio Ordóñez, en la av. Universitaria, es otro sitio conflictivo de Loja. Por allí, los conductores de buses y taxis se movilizan apresurados, en su afán de ganar pasajeros. Para la maestra Teresa Cuenca, hace falta colocar un rompevelocidades.
Por ahora, la Comisión Provincial de Tránsito y el Municipio coordinan acciones para implementar un plan de seguridad vial en la urbe. El objetivo es realizar campañas de difusión sobre la Ley de Tránsito.
Ibarra es otra ciudad en donde la señalización es escasa. La regeneración de las aceras y bordillos de 42 cuadras del centro afecta a los estudiantes de 70 establecimientos educativos.
Pero ese no es el único problema. Elizabeth Cruz, madre de familia, se queja por la falta de orden en el sector donde estudia su hijo. Denuncia que hay paradas de buses justo en el ingreso a los establecimientos educativos.
“Eso ocurre en el colegio La Salle, en la calle Colón entre Bolívar y Sucre. Considero que es un peligro, porque mientras más alejados de los buses estén los niños, mejor”, comenta.
Una realidad diferente se vive en Ambato. En esta ciudad, la Jefatura de Tránsito de Tungurahua realizó un estudio. Una de las conclusiones es que durante el año lectivo la circulación vehicular aumenta en el centro y norte.
Por esa razón, en esta semana se pintaron los pasos cebra y se revisó el funcionamiento de los semáforos. Desde la próxima semana, un contingente de Policías dará seguridad en los exteriores de los 60 planteles educativos. El operativo se coordina con la Dirección Provincial del Ministerio de Educación.