La milicia yihadista del autoproclamado Estado Islámico (EI) continúa con su juego macabro de terror. Y sabe cómo hacerlo, puesto que dispone de tecnologías que le permiten difundir sus métodos brutales en la Internet, para activar el miedo y evidenciar que su barbarie no tiene límites.
Precisamente, la Red fue ayer el escenario de otra demostración de la crueldad de la organización terrorista, que libra una lucha a muerte con Estados de Occidente y de Oriente Medio.
El EI difundió ayer un video, de 22 minutos, en el cual se ve que quema vivo al piloto jordano Moaz al Kasasbeh. Este fue capturado en Siria, en diciembre pasado, y el Ejército de Jordania afirmó que en realidad fue asesinado hace un mes.
La difusión de la cinta se incluye en una suerte de saga del terror, que los yihadistas ponen en el aire en forma gradual, con el objeto de causar un mayor impacto y, si se quiere, de paso, conquistar a más adeptos.
El video fue colgado en la Red tres días después de que los fundamentalistas exhibieran la grabación de la decapitación del periodista japonés Kenji Goto. Este fue ejecutado de igual manera que un coterráneo suyo, siete días antes.
La atrocidad cometida con el piloto jordano, por otro lado, ha terminado por reactivar la ‘Ley del Talión’ en la convulsionada zona.
Ayer mismo, el Gobierno de Amán anunció que este miércoles ejecutará a la yihadista iraquí Sajida al Rishawi. Esta fue sentenciada a muerte en Jordania por su participación en ataques terroristas en este país, en el 2005. También serán ajusticiados otros presos acusados de terrorismo.
Al Rishawi era la moneda de cambio del EI, para liberar al piloto jordano y las negociaciones siguieron, a pesar de que ya había sido asesinado un mes atrás.
El episodio también evidencia que la palabra de la agrupación radical es papel mojado y que las tratativas no eran más que una farsa.