Experiencias y relatos de miembros de la tercera edad son recabados por un equipo multidisciplinario de la PUCE. El proyecto que se lleva a cabo tiene como meta principal distinguir el recorrido de las personas de este sector a través del tiempo. Aquello se complementa con la recuperación de sus herencias en función de cambios sociales, históricos, culturales y religiosos.
A partir del 2017 se fraguó la idea de contar los testimonios de generaciones pasadas para crear un recuerdo tangible y obtener nuevos datos e información. Los resultados podrían devenir en nuevas investigaciones y evidenciar el desarrollo de la sociedad en las últimas épocas, así como un estado de los individuos. A su vez, se tendría en cuenta las modificaciones de las que los sujetos fueron partícipes o les tocó vivir.
Tras un año de delineación de las directrices, en 2018 se planteó la fase ejecución y tuvo el apoyo de docentes, académicos y estudiantes de diversos campos. A lo largo del trajín se sumaron colaboradores vinculados a los campos de la religión, historia, comunicación, literatura, filosofía y psicología.
La técnica para recopilar las narraciones de los sujetos fue la entrevista. Para ponerla en práctica, los investigadores utilizaron un banco de preguntas semiestructuradas con respecto a la familia, formación, desempeños, vivencia del entorno, posturas ideológicas, política y demás.
Quienes brindaron sus relatos fueron 50 voluntarios sin ninguna distinción entre sí; el único factor que se delimitó fue que todos sean mayores a 70 años de edad. En este 2022 se plantea abrir una segunda fase de entrevistas donde exista mayor especificidad en torno a los temas a abordarse.
La labor no tiene una fecha definida de finalización y se irá renovando constantemente en torno a los hallazgos y los requerimientos que se presenten. Otro de los objetivos es que se pueda establecer, en un sitio web de la PUCE, todas las historias de vida recopiladas para acceder a ellas.
El desarrollo de la propuesta ha rendido frutos para las personas de la tercera edad de forma individual y colectiva. A su vez, los conocimientos sobre esta población se amplían y se aporta la sociedad.
Un beneficio
Los adultos mayores que participan de las actividades han podido obtener rédito de ellas. De acuerdo con Carlos Man Ging, S.J, decano de Filosofía y Teología de la PUCE y uno de los gestores de la iniciativa, las personas que atraviesan estas edades tienen la necesidad de contar su historia pero no todas se atreven.
Por medio de los diálogos, los participantes pueden tener una reactivación emocional. Aquello se ve durante las conversaciones. En un inicio, pueden existir personas pasivas, dependientes o deprimidas; sin embargo, al momento en que se aborda algún tema o surge una pregunta, estas cambian. En relación a su postura inicial, recuperan su emoción y entusiasmo y buscan seguir hablando.
El ejercicio realizado sirve como terapia para los miembros de la tercera edad que están presentes. Según Man Ging, esta se da dentro de las necesidades humanas de querer generar algo y aportar a la posteridad. Asimismo, se busca ponderar la dignidad individual de las personas frente a una cultura de descarte en la que se discrimina al anciano, se lo considera inútil o se lo segrega. De esta manera se redescubre ese valor y se lo entrega a ellos y la humanidad.
Al conocer los testimonios y opiniones del grupo seleccionado se pueden entender nociones gerontológicas, fisiológicas, médicas, psicológicas y de vulnerabilidad y necesidades. Por medio de ello se intentará establecer nuevas iniciativas que puedan ser útiles para los adultos mayores.
El aporte lleva también a una sabiduría de la sociedad. Con ello se puede entender los contextos y situaciones actuales y aprovecharlo de cara al futuro.
Dentro de las primeras labores realizadas, se elaboró un video. Este sirvió como un aliciente para los integrantes del proyecto.
Participación activa
Las personas involucradas dieron su consentimiento para que se las muestre sin anonimato. Al ser una propuesta inclusiva hubo desde comerciantes ambulantes hasta personalidades de renombre. Entre los personajes destacados estuvo Isabel Robalino, abogada y activista que falleció a los 104 años en enero de 2022.
Para quienes deseen contar su historia o colaborar en la investigación pueden contactar al equipo que lo desarrolla. El correo electrónico disponible es: sesanchez@puce.edu.ec; el número telefónico: (+593) 299 1526. Los interesados pueden dirigirse hacia el lugar al que se les indique o ser visitados.