Redacción Sociedad
La investigación sobre la compra de 115 ambulancias en el Ministerio de Salud aún se ventila en la Fiscalía General.
Ayer, el asambleísta del PSC, Leonardo Viteri, compareció ante el fiscal subrogante, Alfredo Alvear, por cerca de dos horas.
USD 3,9 millones
costaron las 115 ambulancias que adquirió el Ministerio de Salud para todo el país.
El legislador llegó a las 15:00 y allí se ratificó en la denuncia de que Salud no adquirió ambulancias, sino 115 furgonetas. Por ello, reconoció que envió un documento al secretario Anticorrupción de la Presidencia de la República, Alfredo Vera, en el sentido de que, en efecto, inicialmente mostró pro formas de ambulancias, pero que se equivocó porque eran “simples furgonetas”.
El legislador también cuestionó que los 115 automotores ya estén deteriorados. Eso pasó, por ejemplo, en el hospital Pablo Arturo Suárez, donde se desoldaron la base y las ruedas de la camilla.
Hasta el momento, estas unidades no cuentan con equipos médicos. Lo único que tienen es oxígeno y camilla. Esto sucede, pese a que el Ministerio de Salud oficialmente presentó ambulancias equipadas con monitores, por ejemplo.
De allí que Viteri pidió que la Contraloría también acelere la investigación sobre este caso. Auditoría 2 emitió un borrador de la investigación y se conoció que ayer se dio lectura al documento.
Anteriormente, la Fiscalía también citó a la ministra de Salud, Caroline Chang, quien defendió las adquisiciones. “Eso está por demás aclarado”, aseguró.
En contra de Viteri también está en curso una demanda por daños morales. Chang planteó la acción y pidió una indemnización de al menos USD 3 millones.
El ex presidente del desaparecido Tribunal Supremo Electoral (TSE), Jorge Acosta, es quien defiende a la Ministra y el que presentó la demanda. Acosta dijo que inicialmente la acción legal llegó a la Corte Superior de Quito, pero que luego se devolvió el caso para que lo traten los jueces.
El Ministerio de Salud adquirió 115 ambulancias a la empresa Euromedical, gerenciada por Teodoro Roldán. En una confesión judicial que se cumplió a mediados de junio, el empresario reconoció que inicialmente adquirió furgonetas y que luego se equiparon. Este trabajo se hizo en la empresa Capaba, en Ambato.