Que dos europeos visiten nuestro país, no tiene nada de extraordinario; la historia cambia cuando es Charles Darwin, aquel científico británico, quien los ha traído a Ecuador.
Tenga en cuenta
Orgullo nacional. El aspecto del Ecuador que más destacan los ganadores del sorteo por el bicentenario de Charles Darwin es la calidad humana. “La gente no ha perdido su toque de ser ecuatoriano, incluso quienes tienen menos recursos muestran su orgullo de ser ecuatorianos”.
Tesoros históricos. Otra de las razones que cautivó a los visitantes es la riqueza histórica de nuestro país.
Sabores. “Para un francés, la comida es esencial”, afirma Jack, y agrega que desde nuestra gastronomía conoció los deliciosos sabores del Ecuador.Las fuerzas del azar, la casualidad o el destino convirtieron a Jack Chevalier, un francés que desde hace algunos años reside en Londres, Inglaterra, es el ganador de un sorteo organizado por el Museo Natural de Londres, durante la exhibición denominada ‘Darwin’s Big Idea’ (La gran idea de Darwin) que se llevó a cabo entre noviembre de 2008 y abril de 2009, con motivo de la conmemoración del bicentenario del nacimiento del científico británico.
El premio del concurso, auspiciado por la Empresa Metropolitana Quito y apoyado por American Airlines y la operadora turística Surtrek, consistía justamente en realizar un viaje a Ecuador para recorrer parte de su serranía y la Región Insular, siguiendo en gran medida los pasos que había recorrido Darwin en su trascendental expedición.
La posibilidad de conocer un país, del que Jack Chevalier apenas si sabía algo, llegó en el momento preciso. Cuando levantó el auricular y escuchó la voz de una empleada del Museo Natural de Londres que le anunciaba que acababa de ganar un viaje a Ecuador, Jack pensó que era una broma, ni siquiera recordaba haberse inscrito en ningún sorteo.
Jack que justamente atravesaba por una dolorosa situación, al haber perdido a su pareja, que falleció debido a un cáncer, no entendía qué sucedía. Al leer la información que le habían enviado a su correo electrónico, que detallaba un tentador recorrido por la región andina de Ecuador y las Islas Galápagos, en Ecuador, Jack sintió una extraña emoción.
Esta era quizás una oportunidad, un regalo, para aliviar el dolor del duelo. Finalmente aceptó y decidió escoger a uno de sus mejores amigos para que lo acompañe en esta aventura. El afortunado elegido fue el londinense Martin Wilcock.
“La calidez de la gente, una sensación de seguridad y la limpieza de los lugares” fue, como afirma Jack, la primera impresión que recibieron. Además, Chevalier afirma: “Creo que nos designaron al mejor guía del Ecuador”, refiriéndose a Juan Diego Cuesta, quien fue el encargado de dirigir el recorrido de los dos visitantes.
Los primeros lugares que visitaron fueron el Centro Histórico de Quito, el Teleférico, la Mitad del Mundo y el Museo Intiñan. Jack se confiesa un fanático de la historia, en especial de España y Francia, por lo que la riqueza histórica que guarda el Ecuador es una de las razones por las que se ha enamorado de nuestro país.
En su recorrido por la serranía visitaron también el Parque Nacional Cotopaxi, la hostería La Ciénega y disfrutaron de las Termas de Papallacta.
Uno de los principales atractivos estaba en visitar las Islas Galápagos, que es un lugar con el que siempre habían soñado. Sin embargo, Chevalier no para de hablar de los ecuatorianos. “Incluso la gente más pobre muestra su orgullo de ser ecuatoriano. Esto es algo que me ha conmovido muchísimo y que hace de este un país muy hermoso”.