Imbabura
Redacción Ibarra
Manuel Vallejos añora su trabajo en la ex fábrica Textil Imbabura. Con orgullo recuerda su época dorada en los cuarenta y cincuenta. La enorme infraestructura se construyó en un terreno de 4,48 ha en 1920 y empezó a operar en 1933, en la parroquia Andrade Marín.
En sus mejores tiempos llegó a tener 1 200 trabajadores. Generó empleo para talabarteros, carpinteros, carboneros, leñadores y comerciantes de algodón del valle del Chota, Salinas, Tumbabiro…
Con los años, se convirtió en un ícono de trabajo, emprendimiento y progreso para el Ecuador. Pero en 1965 empezaron los problemas de comercialización de los productos, el cierre paulatino de la factoría y el despido masivo de los empleados. Entre 1985 y 2008 estuvo abandonada. Vallejos recuerda haber pasado algunas veces por ahí en ese tiempo. Sentía tristeza por su deterioro.
En octubre de 2001, el Ministerio de Educación y Cultura, a través del Instituto de Patrimonio Cultural, declaró a la ex fábrica Textil Imbabura y sus componentes Patrimonio Cultural de la Nación. Cuatro años después, el Municipio de Antonio Ante empezó la gestión para comprarla al IESS y emprendió su restauración.
USD 973 000 se invirtieron en la recuperación de los muros, la impermeabilización y la consolidación de cubiertas. También se implementó un sistema de conducción y drenaje de agua lluvia.
Vallejos, como otros cientos de ex trabajadores, emprendieron negocios familiares que transformaron a Atuntaqui hasta convertirla en la capital nacional de la manufactura y la moda. Para los anteños, la ex fábrica está ligada con su historia e identidad.
El Municipio y el Gobierno Nacional se comprometieron a convertirla en un Centro de Interpretación Cultural y un museo. Allí se exhibirán las máquinas originales. De hecho, sus remodeladas instalaciones ya han servido como escenario para ruedas de negocios y la presentación oficial de Expo Atuntaqui 2010. La segunda fase, que ya está diseñada, costaría entre USD 4 y 5 millones.