Cientos de niños, mujeres y hombres se quedan en el campamento improvisado en el sector de Carcelén, en el norte de Quito. Foto: Diego Bravo / EL COMERCIO
Las escenas se repiten en los exteriores de la terminal terrestre de Carcelén, en el norte de Quito. Decenas de niños, adultos mayores, hombres y mujeres venezolanos duermen en covachas de plástico y carpas ubicadas en el parterre.
Ese campamento improvisado funciona allí desde hace más de un mes, luego de que no se les permitiera quedarse en la terminal. Rubén Peña es uno de los migrantes que actualmente dirige el refugio que se instaló allí. Dice que diariamente llegan decenas de compatriotas.
“Son entre 40 y 50 venezolanos. Dependiendo de la cantidad de pasajes que donan los ecuatorianos, ellos se van. Ayer se fueron 30 y hoy salen 50″, manifestó.
Con los pasajes que les entregan -precisó el dirigente- los migrantes se movilizan hasta Huaquillas, zona fronteriza de El Oro. De allí pasan a Lima – Perú para reunirse con sus allegados.
La mayoría llegó caminando desde Venezuela. Ese trayecto a pie dura entre 15 y 20 días para llegar a Quito. “Mayormente llegan personas jóvenes”.
Pero también hay venezolanos que buscan trabajo en Ecuador. “Mi objetivo es quedarme en Ecuador. Yo era sargento segundo del Ejército en mi país. Nunca estuve de acuerdo con lo que hizo el Gobierno. Necesito ayuda”, manifestó Peña.
Wuolfar Medina quiere quedarse en Quito a vivir. Llegó hace 17 días para conseguir empleo. “A Perú están llegando demasiados venezolanos, no puedo perder el tiempo allá. Yo creo que mi futuro está en Ecuador”.
Ellos agradecen a los ecuatorianos que llegaron con ayudas en esta mañana. Les donaron frazadas, ropa, zapatos y juguetes. Un camión repartió alimentos.
Cerca del mediodía llegó una camioneta con colchones. La gente rodeó ese vehículo apenas el conductor se estacionó para retirar las donaciones.
José Vivas también quiere radicarse en Quito tras salir del estado de Miranda. “Tengo familia en Perú, pero buscar mis cosas por mis propios medios, trabajar poco a poco. Me gusta Ecuador”.
A su criterio, hay demasiados venezolanos en Perú y por eso optó por quedarse en Ecuador.