En la Policía Judicial permanecen los vehículos de lujo que se incautaron. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO
Los vehículos eran traídos desde Colombia y Perú y algunos ya tenían placas de identificación vehicular de Ecuador. Los integrantes de esta supuesta organización delictiva se trasladaban a esos países para aprovechar los bajos costos de los automotores y adquirirlos. Luego cruzaban la frontera evadiendo los controles aduaneros y los trasladaban a Quito.
Una vez en esta ciudad, usaban garajes y mecánicas para guardarlos hasta realizar los trámites correspondientes y poder comercializarlos de forma “legal”, para esto ya contaban con las correspondientes placas.
Estos detalles se conocieron la mañana de este viernes, 18 de marzo del 2016, cuando agentes de la Unidad de Delitos Aduaneros y Tributario (UDAT) informaron la desarticulación de una banda delictiva dedicada a la comercialización de vehículos provenientes del contrabando.
Según los uniformados, nueve personas serían los presuntos integrantes de la banda que se encargaban de realizar la matriculación de los automotores en la Agencia Nacional de Tránsito (ANT). En un comunicado de la Policía se dice que el trámite lo realizaban “con apoyo de tramitadores y de funcionarios de la ANT, quienes creaban el automotor en el sistema sin documentos de origen”.
Autoridades de la ANT aún no se han pronunciado sobre el caso.
Hasta el momento se conoce que los sospechosos ofertaban los autos por redes sociales y patios de venta de vehículos. Los precios en los que se vendían eran iguales a los del mercado nacional, por lo que se ocasionaba un perjuicio a los compradores y al Estado por la evasión del pago de tributos.
Todo el proceso de compra, traslado, ocultación y comercialización fue identificado por los agentes durante meses de investigación.
Una vez, que tuvieron los datos de la actividad delictiva, personal de la UDAT y de la Fiscalía realizaron el operativo, en la madrugada, en puntos específicos del norte y sur de Quito. Los garajes en donde se ocultaban los vehículos estaban en sectores como El Rosario, Quito Norte, Biloxi, Beaterio y en el cantón Rumiñahui.
En total se allanaron 10 inmuebles en los que se encontraron 46 automotores de distintos modelos. En las incursiones también se confiscó dinero en efectivo, placas de Perú y contratos de compra y venta.
Con ayuda de la Interpol se detectó que dos de los autos retenidos estaban reportados como robados en Colombia y uno en Perú.
Los vehículos fueron trasladados al patio de retención vehicular de la PJ en el sector de Calderón, al norte de Quito.