Daños en barcos y yates en un puerto en la isla de Vanuatu, en Pacífico Sur, el 14 de marzo de 2015, tras el paso del ciclón tropical Pam. Foto: EFE
El presidente de Vanuatu, Baldwin Lonsdale, pidió ayuda este 16 de marzo a la comunidad internacional para “reconstruir todo” en el país tras el paso del ciclón Pam, al tiempo que las organizaciones humanitarias intentaban asistir, con grandes dificultades, a los habitantes.
“Las necesidades humanitarias son inmediatas, lo necesitamos ahora mismo”, declaró el mandatario, emocionado, a la AFP antes de regresar a su país desde Sendai (Japón), donde participó en una reunión de la ONU sobre prevención de catástrofes naturales.
“A largo plazo necesitamos apoyo financiero y ayuda para empezar a reconstruir nuestras infraestructuras, tenemos que reconstruir todo”, añadió. Por su parte, los empleados de las oenegés señalaban la falta de medios para distribuir los víveres en las islas más alejadas de este Estado insular, a pesar de que la ayuda empezaba a llegar por avión a Port Vila, la capital.
Para alcanzar cada localidad arrasada el viernes por el ciclón, de categoría 5 y acompañado de ráfagas de 320 km/h, se necesitarán varios días. Las necesidades en agua potable, baños portátiles y pastillas de purificación de agua deben determinarse rápidamente, explicó el director de la ONG Oxfam en Vanuatu, Colin Colette.
Las organizaciones temen una propagación de enfermedades. “La primera urgencia era el ciclón. La segunda serán las enfermedades, si el agua potable y las condiciones de higiene son insuficientes”, añadió Colette, quien cifró en 100.000 las personas sin hogar.
Para el director de la oenegé Save the Children, Tom Skirrow, las condiciones son peores que en Filipinas en noviembre de 2013, cuando el supertifón Haiyan arrasó el archipiélago dejando a su paso 7.350 muertos y desaparecidos. – Contribución del cambio climático