Los ataques a activistas de derechos humanos se extienden por América Latina. Así lo afirmó ayer la Organización Human Rigths Watch (HRW) al presentar, en Washington, su informe anual dedicado a esta problemática, en el cual hace referencia a Colombia y Cuba en la región.
Refiere que el presidente de Álvaro Uribe y otros funcionarios de su gobierno “han vertido acusaciones infundadas que relacionan a defensores de los derechos humanos, además de periodistas y activistas sindicales, con la guerrilla de las FARC”. Según el organismo, “dichas acusaciones pueden ser extraordinariamente peligrosas”.
Asimismo, refiere que Estados Unidos “ha terminado el programa coercitivo de interrogación de la CIA, pero para cumplir con el derecho nacional e internacional contra la tortura aún necesita investigar y enjuiciar a aquellos que hayan ordenado, facilitado o llevado a cabo la tortura y otros malos tratos”, agregó HRW.
“Se venció el plazo para el cierre del centro de detención en Guantánamo, pero la cuestión más importante es cómo va a ser cerrado”. ANSA