La unión de hecho es el mayor avance de los Glbti en Ecuador

La presión de colectivos Glbti fue clave en el reciente fallo de Colombia. Foto: Mauricio Dueñas / EFE

La presión de colectivos Glbti fue clave en el reciente fallo de Colombia. Foto: Mauricio Dueñas / EFE

La presión de colectivos Glbti fue clave en el reciente fallo de Colombia. Foto: Mauricio Dueñas / EFE

Colombia integra la lista de países que han promovido una legislación en contra de la discriminación por identidad sexual. Es parte de los 36 países del mundo que reconoce la unión entre personas del mismo sexo, según la Asociación Internacional de Lesbianas, Gais, Bisexuales, Trans e Intersex (ILGA), que agrupa a más 1 100 organizaciones.

Y el jueves pasado dio un paso más. La Corte Constitucional de Colombia rechazó una ponencia del magistrado Jorge Pretelt que insistía en que la unión sea solamente entre personas de distinto sexo. Así se abrió la puerta al matrimonio igualitario. En adelante, ningún juez o notario público podrá negarse a celebrarlo.

Si bien en Ecuador el matrimonio entre personas del mismo sexo no es admitido, el país también consta en la lista de los que ha dado pasos significativos en la materia.

Hace más de 18 años se despenalizó la homosexualidad. Y Silvia Buendía, abogada y activista de la comunidad de gais, lesbianas, bisexuales, transexuales e intersexuales (Glbti) recuerda que en la Constitución de 2008 se reconoció el derecho a la no discriminación.

En abril del 2015, en cambio, tras una reforma al Código Civil, se blindó el derecho de la comunidad a la unión de hecho. Eso significa que quienes opten por ese camino adquieren los mismos derechos y obligaciones que cualquier otro matrimonio.

Por ejemplo, a una pensión de montepío, la afiliación del cónyuge al Seguro Social, a conformar un hogar, a las utilidades que le corresponden como carga familiar en los trabajos de empresas privadas e incluso a heredar los bienes.

La diferencia con el matrimonio igualitario radica en que este último tiene un componente de reconocimiento social de derechos. Y también podría dar paso a la adopción.

En enero pasado el debate se trasladó nuevamente a la Asamblea. Entonces se discutieron los cambios propuestos por el Ejecutivo a la Ley Orgánica del Servicio Nacional de Gestión de Identidad.

En un principio, los legisladores estuvieron de acuerdo en que se pudiera cambiar en la cédula de ciudadanía la palabra sexo por género, una sola vez al cumplir 18 años. Pero el Ejecutivo propuso que el sexo se registre al momento del nacimiento, atendiendo a la condición biológica y solamente se admita la modificación de ese dato con orden judicial, dos testigos y en casos de hermafroditismo.

Francisco Albornoz, vicepresidente de la Federación Ecuatoriana de Organizaciones Glbti, reconoce que países como Colombia están más adelantados. Pero también que en Ecuador se ha empezado a “sentar bases fuertes”.

Lo de Colombia, agrega, servirá como un referente para los países de la región. Entre los que sí reconocen el matrimonio igualitario están Uruguay, México y Argentina.

Albornoz advierte que más allá del campo legal, es importante trabajar en los ámbitos social y cultural. No sirve de nada -asegura- que la Constitución ampare la unión o el matrimonio homosexual. “Nos sentiremos conformes cuando se acabe la discriminación”.

Según la encuesta de condiciones de vida de la comunidad Glbti impulsada en 2013 por el Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos, el 26,2% de personas entrevistadas dijo que sus familiares dejaron de hablarles cuando se enteraron de su identidad sexual.

El 22,5%, de un universo de 2 805 encuestados, en cambio, rechazó a sus parejas. Y el 12,9% fue expulsado de su casa. Además, aún hay temas tabú como la adopción.

Pese a ello, Buendía coincide en que la tendencia es a mejorar en cuanto a derechos. El 4 de marzo pasado, la Cámara Provincial del Azuay aprobó una ordenanza que permite el matrimonio simbólico de la población Glbti.

El prefecto del Azuay, Paúl Carrasco, propuso una disposición transitoria única donde se señala: “en el Ecuador no se reconozca el matrimonio civil entre personas del mismo sexo, el Gobierno Provincial del Azuay como mecanismo simbólico de apoyo y exigibilidad de derechos creará el registro azuayo de matrimonios Lgbti, para que las parejas que requieran registrar su unión”. La Unidad Administrativa de Equidad es la responsable de mantener este registro.

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