Miles de drones, tanto aparatos relativamente baratos como los costosos y sofisticados pequeños aviones, garantizan que los oficiales ucranianos vean el desarrollo de la batalla en directo a distancia, que su artillería use la limitada cantidad de proyectiles con precisión y que las tropas y el equipo del enemigo puedan ser inutilizados mediante ataques selectivos.
Mientras el ejército ucraniano mantiene su ofensiva en dos fases en las provincias de Jersón y Jarkov, uno de los héroes de la primera fase de la guerra, el dron Bayraktar TB2, ha regresado con fuerte impacto en el frente de batalla. Las redes sociales ucranianas, han sido inundadas con el video de sus ataques contra el enemigo. Los drones de ataque turcos, alabados por su papel en la detección del avance ruso hacia Kiev y otras grandes ciudades en la primavera, se utilizaron con moderación después de la estabilización de la línea del frente en el verano.
Sin embargo, en los tres primeros días de la contraofensiva en curso, dos de estos drones destruyeron equipos por un valor de USD 28,35 millones, incluidos ocho tanques T-72. Según el comandante en jefe de Ucrania, Valerii Zaluszhnyi. Aunque el costoso Bayraktar ha sido el centro de atención. Son otros drones los que se han convertido en indispensables para cada una de las unidades de primera línea de combate ucranianas.
Miles de drones comerciales Mavic y Autel, de producción en serie, son ahora volados por los soldados ucranianos que aprenden su manejo sobre el terreno. “Costando solo USD 3 000, pueden destruir un tanque de USD 3 millones”. Subraya a EFE Danylo, un operador de esos aparatos de la 93ª brigada mecanizada Holodny Yar del ejército ucraniano.
Versátil tecnología
Estos drones pueden transportar granadas y otros artefactos explosivos para ser lanzados desde el aire y sorprender al enemigo desprevenido. Es complejo apuntar directamente a la carga de munición del tanque para hacerla explotar, pero también es capaz de inutilizar el motor del blindado. Danylo tiene que recibir todavía la instrucción necesaria para dirigir este tipo de operaciones. Sin embargo, su papel no es menos importante: los drones que maneja se han convertido en los ojos de su unidad.
Sobrevolando el campo de batalla, los drones proporcionan una información muy valiosa sobre el paradero y los movimientos del enemigo. Lo que facilita la toma de decisiones rápidas y precisas. Las misiones de reconocimiento ayudan a establecer la ubicación precisa de las unidades rusas y a que la artillería ucraniana utilice la limitada cantidad de proyectiles con la máxima eficacia.
Sin embargo, el ejército ucraniano necesita muchos drones. Son muchas las pérdidas diarias en la batalla y se requiere una suma considerable de dinero para mantener el suministro constante. Algo que preocupa a los líderes militares y a los operadores.