El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habla en un colmado estadio en Grand Rapids, Michigan, el 28 de marzo del 2019. Foto: Scott Olson/ AFP
Maldijo, alardeó e hizo bromas en horario televisivo estelar. Y la multitud lo amó. El presidente estadounidense, Donald Trump, celebró el jueves 28 de marzo del 2019 su primer mitin desde el fin de la investigación de casi dos años del fiscal especial Robert Mueller.
Trump no se privó de atacar a sus opositores y a la vez presentó una imagen casi mítica de sus logros en la Casa Blanca.
El colmado estadio en Grand Rapids, Michigan, donde muchos llevaban la gorra roja de campaña de Trump, respondió al grito de “Trump, Trump” y “Cuatro años más!” .
El mandatario sonrió y les dio más. Durante una hora y media se preguntó si los opositores demócratas continuarían con las “pendejadas ridículas”.
Trump aseguró que su sorpresiva victoria en las elecciones de 2016 fue posiblemente el acontecimiento más extraordinario de la vida: “Nunca vieron algo como esto y nadie lo vivió en la historia de este país y de la mayoría de los países”.
Citó a Dios, advirtió contra los socialistas y prometió “hacer a Estados Unidos rico otra vez”.
Señaló a los periodistas que cubrían el evento – de los cuales una decena viajó con él en el Air Force One desde Washington – y les lanzó “periodistas tramposos” y “medios corruptos” . La multitud abucheó, como si fuera un evento deportivo.
El fin de la investigación de Mueller, que analizó si hubo colusión del equipo de campaña de Trump con los rusos para interferir en las elecciones de 2016, le dio al exmagnate inmobiliario y exastro de la telerrealidad un fuerte impulso en medio de su búsqueda de la reelección en 2020.
Según un resumen del informe, que sigue siendo secreto, Mueller determinó que los rusos intentaron interferir en los comicios, pero que no hay pruebas de que haya habido connivencia con el equipo de Trump.
Hay muchas preguntas que quedaron sin respuesta sobre los vínculos de Trump con Rusia y sobre su comportamiento durante la difícil investigación.
Aún así, el resultado de la investigación no es más que una victoria impresionante para el presidente, que siempre dijo ser víctima de una “caza de brujas” .
El mitin de Michigan fue su baile de la victoria.
“Enciérrenlos”
Uno a uno, fue repasando sus grandes éxitos ante su público: el muro en la frontera con México, sus políticas pro-israelíes, la fortaleza del mercado, su impulso a los fabricantes de automóviles y luego sus burlas a los demócratas por sus políticas ecológicas como el Green New Deal.
Pero la base de su discurso esta vez fue el enojo – y cierta sensación de reivindicación – sobre la investigación de Mueller.
Y Trump no lo reprimió. Dijo que la investigación fue un “loco intento” de los demócratas y los medios de “sabotear la voluntad del pueblo estadounidense” al poner en duda su victoria.
“Su fraude quedó expuesto y la credibilidad de los que impulsaron este engaño se rompió para siempre”, dijo.
Al deleitarse en su triunfo dijo que los demócratas están “ahora con respiradores artificiales”. “Están recibiendo respiración boca a boca”.
“Enfermos, enfermos, son gente enferma”, aseguró.
Trump pidió que los autores de la investigación rindan cuentas y sonrió. La multitud respondió con un nuevo grito: “Enciérrenlos!”