“El Metro nos une”, escribió ayer el alcalde Mauricio Rodas en una pizarra, luego de la firma del contrato de la fase dos del Metro. El acto fue en el Itchimbía. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Las obras de la fase dos del Metro, que incluyen la construcción de un túnel de 22 kilómetros y de 13 paradas, empezarán a tomar forma en las próximas semanas. Esta parte del proyecto se concretó tras la suscripción del contrato, ayer, entre el consorcio Odebrecht-Acciona y la Municipalidad de Quito.
Uno de los primeros trabajos empezarán en el sector Quitumbe, sur de Quito. Ahí se construirá una estación y las cocheras (garajes y mecánica) que estarán detrás de la terminal terrestre de pasajeros.
Según los términos contractuales, la fase dos se ejecutará en 42 meses, incluidos seis de prueba. Los plazos correrán a partir de la firma del acta de obras. Para este trámite se requiere que la Empresa Metro entregue un adelanto de USD 261,4 millones al consorcio Odebrecht-Acciona. A su vez, este debe presentar una garantía del buen uso del anticipo. Se espera que este paso se dé en los próximos días, dijo el alcalde Mauricio Rodas.
A la par, mientras se construya el Metro, la actual administración debe emprender otras medidas relacionadas con la reorganización y modernización del transporte público, captación de la plusvalía a lo largo del trazado del proyecto y planificación urbana, sostuvo Carlos Páez, coordinador de Alianza País y exsecretario de Movilidad en la administración de Augusto Barrera. El propósito es que, conjuntamente con la entrada en operación del nuevo sistema de transporte, este se complemente con el resto de la infraestructura urbana.
El Metro es considerado la columna vertebral del sistema integrado de transporte público. Para su funcionamiento es preciso que se reorganicen las 205 rutas de transporte público, se implementen equipos tecnológicos para modernizar el servicio, se construyan parqueaderos de borde para desincentivar el uso del vehículo particular.
La prolongación de los corredores municipales: Trole, Ecovía, son también parte de las acciones que se deben ejecutar.
“Muchos de estos proyectos están planificados, otros cuentan con estudios (…) La actual administración municipal y los ediles debemos impulsar que se haga esto”, enfatizó Páez.
Mientras, el Burgomaestre mencionó que se está trabajando en esta planificación. “Es un proceso complejo”, precisó.
La Comisión de Movilidad aprobó, el pasado miércoles, un proyecto de ordenanza para implementar mecanismos tecnológicos para acceder a los buses con una tarjeta magnética, supervisar la operación de las unidades y brindar información a los usuarios. Esto debe ser aprobado en el Concejo, para que se hagan las mejoras.
La extensión de la Ecovía hacia Guamaní, en el sur, está en marcha. La prolongación del Trolebús hacia Calderón, en el norte, está en estudios. Las primeras dos líneas de los Quitocables operarán en el segundo semestre del 2016.
En el ámbito territorial quedan pendientes la regulación de plusvalía -para evitar la especulación sobre el precio del suelo- y la planificación urbana a lo largo de la zona de influencia del Metro, de Quitumbe (sur) a El Labrador (norte).
Hay una normativa que pudiera servir de sustento. Se trata de la Ordenanza que se desarrolló a propósito del parque Bicentenario; esta crea la figura llamada “anuncio del proyecto”, que sirve para congelar el precio de los inmuebles mientras se ejecuta la obra, mencionó Sergio Garnica, concejal independiente y presidente de la Comisión de Uso de Suelo.
Los efectos secundarios que traerá la implementación del Metro deberán también ser normados. Por ejemplo, por la afluencia de personas, las paradas se convertirán en nuevas centralidades, habrá más afluencia de transeúntes y, en algunas zonas, se produciría una gentrificación (salida de la población originaria), dijo Fernando Carrión, urbanista.
El plan de socialización
Los impactos y beneficios del Metro, en los sectores aledaños a los sitios del proyecto, se informarán progresivamente, según avance la construcción. Para conocer los sitios en los que se empezará a aplicar el plan, se requiere contar con el cronograma de obras final, indicó Mauricio Anderson, gerente de la Empresa Metro, luego de la firma del contrato.
Las acciones de mitigación para reducir las complicaciones propias de la ejecución de esta infraestructura serán difundidas también de manera oportuna. El Alcalde mencionó que el Municipio informará permanentemente las fechas de las obras, las acciones para reducir las congestiones, las afectaciones a los barrios . “La comunicación será fundamental, pero requerimos el apoyo de la ciudadanía”, precisó.
Rodas agregó que el Metro transformará a la ciudad y brindará una solución al transporte público para los próximos 100 o 150 años. En este sistema se movilizarán 400 000 pasajeros al día y el recorrido de sur a norte se realizará en 34 minutos.