El sábado 14 de diciembre de 2024, la Asamblea Nacional de Corea del Sur aprobó la destitución del presidente Yoon Suk-yeol con 204 votos a favor y 85 en contra. El hecho provocó celebraciones masivas en Seúl y otras ciudades.
Según la Policía, unas 208 000 personas se reunieron frente al Parlamento, mientras los organizadores afirman que participaron hasta dos millones. Este evento marca un punto crítico en la historia reciente del país.
Los ciudadanos desafiaron temperaturas bajo cero para expresar su alegría. Las calles se llenaron de cánticos y luces, recordando conciertos de K-pop.
Canciones como Into the New World del grupo Girls’ Generation se convirtieron en himnos de la protesta. Kim Gon-tae, manifestante de 48 años, expresó: “Hace una semana no logramos esto, pero hoy hemos ganado”, señala Yonhap News.
Razones detrás de la destitución presidencial
Yoon Suk-yeol fue destituido tras declarar la ley marcial el pasado 3 de diciembre. Argumentó que esta medida era necesaria para “proteger la democracia” ante supuestos actos “antiestatales” de la oposición.
Sin embargo, esto provocó indignación nacional y aceleró su salida del poder. El primer ministro Han Duck-soo asumirá el cargo interinamente mientras el Tribunal Constitucional evalúa el caso en los próximos 180 días, dice la BBC.
El futuro político de Corea del Sur
La destitución definitiva de Yoon dependerá de un fallo del Tribunal Constitucional. Actualmente, la corte opera con seis magistrados, quienes deben emitir un fallo unánime para ratificar su salida.
Si se nombran tres jueces adicionales, seis de los nueve deberán votar a favor para cesar definitivamente al mandatario, explica The Korea Herald.
Impacto cultural de las protestas pacíficas
Estas manifestaciones han resaltado la unidad de los surcoreanos y su determinación por proteger la democracia. El uso de elementos culturales, como canciones de K-pop, refleja una movilización moderna y simbólica.