Sofía Almeida, vicepresidenta del Cpccs. Foto: Álvaro Guerrero / EL COMERCIO
Sofía Almeida tiene 32 años y es vicepresidenta del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs) desde hace un mes. Su nuevo cargo, el primero en su carrera por votación popular, coincidió con su otro anhelo: ser mamá.
Almeida ahora compagina el embarazo de su primera hija y la responsabilidad como autoridad de una entidad que ha estado en el centro de la polémica desde la posesión de los nuevos consejeros, el 13 de junio pasado.
“Me enteré del embarazo cuando sabía ya estaban los resultados de las votaciones del pasado 24 de marzo”, cuenta Almeida.
Su embarazo atraviesa la semana 22. Cada vez que habla de su hija por nacer, sonríe. Almeida fue la única de los siete consejeros electos en las seccionales del pasado 24 de marzo pasado que no asistió a su acreditación en el Consejo Nacional Electoral (CNE).
El 6 de junio del 2019, fecha en la que el CNE entregó las credenciales a los vocales electos, Almeida guardaba un estricto reposo por recomendación de su médico. El galeno detectó que estaba sometiéndose a demasiado esfuerzo y recomendó descanso en casa.
Una semana antes de que se cumpliera el periodo de reposo le pidió al doctor su autorización para asistir a la posesión en la Asamblea Nacional. Su médico aceptó con la condición de que no hiciera mucho esfuerzo y esté atenta a las señales de fatiga o cansancio.
Esa tarde, el 13 de junio del 2019, las primeras discrepancias se notaron entre una mayoría de consejeros y una minoría en la cual se encontraba Almeida. Esa tarde la consejera del Cpccs manejó las cosas con calma. Nada la perturbó.
Nunca pensó en renunciar, pero sí en manejar con discreción su embarazo.
Su vida se divide entre Quito y Guayaquil. Antes de ser elegida consejera trabajó cerca de 15 años en la Contraloría General del Estado como auditora. Ahora trata de al menos viajar a Guayaquil los viernes. Allí la espera su esposo quien la apoya en su actual cargo.
Sofía Almeida, vicepresidenta del Cpccs. Foto: Álvaro Guerrero / EL COMERCIO
En el edificio del Cpccs, ubicado en Santa Prisca, en el centro norte de Quito dice que todos son muy amables y considerados. No ha tenido mayor inconveniente para desenvolverse en su oficina. Sin embargo, ahora cambió su ropa por una más cómoda y se la ve con zapatos bajos.
Ahora su jornada empieza más temprano. “A veces en la madrugada, mi hija me recuerda que no he comido. Empieza a patear. Así que tipo 04:00 o 05:00 ya esto despierta. Me preparo y salgo para las obligaciones en el Consejo”.
Dice que una mujer es capaz de organizarse. Que no es la primera ni la última en trabajar en un cargo de responsabilidad mientras lleva adelante un embarazo y que, en medio del trajín del día, es feliz por esta nueva etapa.
El parto está presupuestado para enero del 2020. Almeida espera que no se adelante a diciembre. Dice que su hija será una luchadora porque se ha desarrollado en medio del trajín que implica que su madre sea consejera del Cpccs.
Sofía Almeida, vicepresidenta del Cpccs. Foto: Álvaro Guerrero / EL COMERCIO