Redacción Quito
En el segundo día de recaudación del Impuesto Predial hubo problemas.
Ayer, los cientos de contribuyentes que se acercaron a las dependencias del Municipio no pudieron cumplir con sus obligaciones tributarias. Esto debido a que el sistema de recaudación falló.
Boris García llegó a las 08:30 hasta el balcón de servicios del Centro Histórico para pagar el impuesto de un predio que posee en la ciudadela Ibarra, en el sur. García se demoró 15 minutos en recibir el tique con el turno número I466. En el papel se indicaba que el tiempo aproximado de espera sería de una hora.
Sin embargo, hasta las 10:45, el contribuyente continuaba en la fila de espera. A esa hora, la pantalla de información recién marcaba el turno 301. El patio central de la dependencia municipal estaba abarrotada. Los contribuyentes ocuparon las sillas colocadas y además esperaban de pie en los pasillos de la dependencia.
Las personas empezaron a levantarse de las sillas y a preguntar insistentemente sobre la falta de atención. Los policías metropolitanos decían que el sistema de cobro colapsaba por momentos y eso causaba demoras. Esto paralizaba la atención que se brindó ayer en cuatro ventanillas.
Carmela Solórzano llegó desde La Vicentina, en el norte, a las 08:00. Esta contribuyente realizó tres filas para pagar el impuesto. La primera fue para pedir información, la segunda para retirar el tique con el número del turno y la tercera par a cancelar.
Solórzano, quien utiliza una muleta para movilizarse, perdió la paciencia, luego de tres horas de espera. Se levantó de la silla de plástico y fue a preguntar el motivo de la demora. Cuando se acercó al guardia que custodiaba las cajas, este solo le contestó que el sistema de cómputo había colapsado una vez más.
A las 11:30, los ánimos de quienes aguardaban se exasperaron. Rosa Pérez elevó la voz para exigir una explicación. “Hemos perdido todo el día y no nos atienden. Nosotros también trabajamos”, dijo exaltada. A su reclamo también se unió Gustavo Egas, quien pidió una hora de permiso en su trabajo. Pero pese a que llegó hasta el lugar a las 07:55, no pudo pagar el impuesto hasta las 11:45. “El Municipio debió tener algún plan alterno para poder aplacar este problema”.
Rocío Cuaical igualmente acudió ayer para pagar sus tributos. Ella llegó desde Carapungo, en el norte y tomó su turno a las 07:30. En el papel le anunciaron que el tiempo de espera sería de 45 minutos. Pero hasta el mediodía no pudo cancelar.
A esa hora, llegó Rafael Villalba, tesorero metropolitano (e), y anunció que el sistema colapsó y no retornaría hasta luego de una hora. Los reclamos empezaron a escucharse. Carlos Velasco, quien tenía que pagar USD 1,50 por otro trámite municipal, reclamó la falta de agilidad. “No es posible que no den una solución. Los señores deben tener otro plan para evitar las molestias a la gente”.
Villalba señaló que el sistema informático colapsó porque estaba conectado con las 800 agencias de bancos y cooperativas que están también cobrando el impuesto. “El sistema se saturó”. Anunció que los inconvenientes iban a ser resueltos entre la tarde y noche de ayer. La primera medida que se adoptó fue suspender el cobro en esas entidades.
Todo esto lo explicó Villalba a los usuario. A esa hora se dejaron de repartir los turnos y muchas personas debieron retornar a sus casas sin cancelar. Fernando García fue una de las personas que tuvo que regresar a su trabajo sin realizar el trámite. “Mañana (hoy) tendré que faltar otra vez”.
En el primer día de cobro del Impuesto Predial se recaudaron USD 669 586.