Según fuentes militares y de seguridad, combatientes separatistas ya habían tomado poco antes el sábado 10 de agosto de 2019 tres cuarteles de las fuerzas gubernamentales en Adén. Foto: AFP
La guerra que asola Yemen desde hace cinco años se agudizó todavía más este sábado 10 de agosto de 2019 con la toma del palacio presidencial en Adén por combatientes separatistas, después de varios días de enfrentamientos en la gran ciudad del sur del país.
Se trata de una toma principalmente simbólica, pues el presidente Abd Rabo Mansur Hadi está en el exilio en Arabia Saudita, pero se inscribe dentro de los enfrentamientos que sacuden Adén desde el miércoles.
“Tomamos el palacio Maashiq de manos de las fuerzas presidenciales sin combate”, afirmó a la AFP un vocero de la fuerza separatista llamada “Cordón de Seguridad”.
El gobierno yemení acusó a Emiratos Árabes Unidos de ser “responsable del golpe de Estado” de los separatistas.
“Pedimos a Emiratos que cesen inmediatamente su apoyo material y militar a los grupos que se rebelaron contra el Estado”, señaló el ministerio de Relaciones Exteriores en un tuit.
Por su parte, la coalición dirigida por Arabia Saudita reclamó el sábado un alto el fuego “inmediato” en Adén y una “reunión de urgencia” de las partes en conflicto en esta ciudad.
“La coalición llama a un alto el fuego inmediato en la capital provisional yemení [Adén] […] y afirma que usará la fuerza militar contra el que lo viole”, declaró uno de sus portavoces, citado por la agencia de prensa oficial saudita.
“El Reino [de Arabia Saudita] invita al gobierno de Yemen y a todas las partes en Adén a una reunión de urgencia […] en Arabia Saudita para discutir sobre sus discrepancias […]”, escribió por su parte en Twitter el ministro saudita de Relaciones Exteriores.
Según fuentes militares y de seguridad, combatientes separatistas ya habían tomado poco antes el sábado tres cuarteles de las fuerzas gubernamentales en Adén.
El poder leal al presidente Hadi estableció en esta ciudad su sede, desde que la capital histórica del país Saná, en el norte, está en manos de los rebeldes.
Combatientes separatistas y soldados gubernamentales, en teoría todos aliados desde 2015 en una coalición liderada por Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, libran combates desde el miércoles.
Esta heterogénea coalición arabo-sunita lucha en el norte contra los rebeldes chiitas hutíes, apoyados por Irán.