El olor a quemado aún se percibe en el ambiente, entre los escombros están archivos casi calcinados y muebles destruidos. Ese es el panorama de las tres Unidades de Policía Comunitarias (UPC) que fueron vandalizadas durante las protestas de junio 2022.
Aún no existe fecha para los trabajos de rehabilitación. La Policía aún contabiliza los daños causados a sus Unidades. La investigación está a cargo del Departamento de Infraestructura de la Policía Nacional por lo que aún se desconoce a cuánto asciende el monto en pérdidas económicas.
Paúl Saavedra, subcomandante de Policía de Calderón, dijo que mientras se realiza el informe, las tres personas que fueron detenidas por causar daños en la Unidad de Policía Comunitaria de Carapungo N 4 ya salieron en libertad con medidas cautelares.
“De estas tres personas solo uno se está presentando cada 15 días ante la justicia. Se continúa con las investigaciones para dar con los responsables de los daños a las otras UPC”, dijo.
Para Saavedra los patrullajes se intensificaron en la zona. El punto de operaciones es desde la Comandancia de Policía dónde se receptan las denuncias de los moradores.
Reacción de los moradores
Yolanda Martínez, presidenta del barrio Bolivariano, cuenta que desde el incendio de la UPC la delincuencia se ha tomado la zona. Los asaltos a personas y locales comerciales son frecuentes, asegura.
Menciona que junto con los vecinos del sector están realizando colectas para arreglar las UPC. Los ciudadanos se han comprometido en comprar las ventanas y puertas. Otros moradores van a ayudar a reparar los circuitos de luz y en donar la pintura. Los trabajos de intervención no se pueden realizar mientras no culminen las investigaciones.
Para Leonardo Cruz, morador de Carapungo, la situación es preocupante porque la UPC de su sector resultó en un 80% afectada. Dice que habitantes de calle utilizan las instalaciones para dormir o para ingerir bebidas alcohólicas y otras sustancias ilícitas.
Los vecinos hacen un llamado a las autoridades para que reconstruyan las UPC.