Santiago Lipski estuvo extraviado tres días en la reserva ecológica del Pululahua, en la Mitad del Mundo. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
El chileno Santiago Lipski Canete nunca se sintió extraviado ni en riesgo. Sí padeció hambre y sed y se sintió exhausto, pero cuenta a EL COMERCIO que todo lo que necesitaba lo consiguió en la naturaleza.
Lipski, de 19 años, estuvo extraviado tres días en la reserva ecológica del Pululahua, en el sector de la Mitad del Mundo. El Comité de Operaciones de Emergencia con la ayuda de efectivos del Grupo de Acción Táctica y Rescate (GAT-R), del Grupo Canino de Apoyo a la Comunidad de la Policía Metropolitana de Quito, el Grupo de Intervención y Rescate (GIR) de Policía Nacional, los guardaparques del Ministerio del Ambiente (MAE) y un grupo de amigos, organizaron la búsqueda cuando se dio a conocer la emergencia.
El operativo inició el martes a las 16:00. Los equipos se desplegaron por la reserva ecológica ubicada a más de 2 800 metros sobre el nivel del mar, y en medio de una densa neblina. Luego de cuatro horas de labores, el joven chileno fue localizado bajo un árbol, junto a su mascota por el equipo. Los primeros en dar con su paradero fueron los miembros de la Policía Metropolitana y Tomás Kretzchmar, uno de los amigos del turista que se perdió.
“No sabía que me estaban esperando tantas personas. Yo nunca me sentí perdido simplemente estaba caminando. Por eso para mí fue una sorpresa encontrarme rodeado de socorristas que me tomaban la presión…”. Lipski cuenta que mientras caminaba, rodeado de neblina, siguió un sendero hasta llegar casi a la puerta de acceso principal del parque. Al encontrarlo, los equipos de socorro evaluaron su estado de salud que por las condiciones del lugar, creyeron que se encontraba al menos deshidratado.
Sin embargo el turista chileno estaba completamente bien. “Tomé agua de un arroyo que encontré, comí unas frutas que llevé, un maíz que también encontré y el tercer día me topé con una familia que me dio de comer”, relató Lipski, quien está relacionado a un grupo hinduista. El joven reconoce que cometió varios errores que pusieron en riesgo su vida y preocuparon a sus amigos y a las instituciones de socorro.
El primer error, cuenta, fue haber ingresado por una ruta alterna al parque Pululahua, sin registrarse con los guarda parques. Lo hizo porque el sábado que se perdió, llevó consigo un perro de tres meses de edad. Cuando le impidieron el ingreso con su mascota, buscó una forma de entrar. A esa excursión fue acompañado de tres amigos, quienes sí ingresaron por el control principal.
El plan era encontrarse en el interior del parque, en una zona de las áreas termales, pero nunca llegó porque perdió el camino. “Fue irresponsable de mi parte, porque también tenía un perro que necesitaba comida”, dice. Otro error fue no llevar la ropa apropiada, pues vestía sandalias, bermudas, una chompa y un chaleco. Aunque gracias a una carpa que cargaba en su mochila logró protegerse del frío que en esta reserva desciende hasta los cero grados centígrados.
“Lo bueno de esto es que compartí con la naturaleza. Yo tal vez no lo vi como algo peligroso. Cuando llegué a la casa (Hare Krishna donde está hospedado), las señoras incluso lloraban de la emoción al verme de vuelta. Tal vez pudo haberme pasado algo, pero gracias a Dios estoy bien”, señaló Lipski.
Marco Quinatoa, miembro del equipo de búsqueda de la Policía Metropolitana, advirtió que el sector donde Lipski se extravió, es una zona agreste llena de pendientes de hasta 300 metros, por lo que resulta muy peligrosa para quien no la conoce, razón por la cual no es aconsejable caminar por rutas que no estén habilitadas al público.