Imagen referencial. En 250 unidades judiciales del país se habilitaron salas equipadas con pantallas, parlantes, micrófono y una cámara. Foto: archivo / EL COMERCIO
Los equipos informáticos, los sistemas de videoconferencia, los e-mails y el WhatsApp han permitido que los funcionarios judiciales asistan a las audiencias de flagrancia durante la emergencia por el covid-19.
Desde el 16 de marzo del 2020, en estas unidades se resuelven casos penales, de tránsito, violencia contra la mujer y de adolescentes infractores.
Entre ese día y el 8 de abril, las oficinas de flagrancia que operan en el país han despachado 2 120 audiencias, pero virtualmente, para evitar la propagación del virus.
Para llevar a cabo este tipo de diligencias, los funcionarios y los procesados deben ocupar diferentes espacios físicos en el mismo edificio judicial.
Así se desarrolló una cita el pasado 31 de marzo, en Ambato. Luego de que agentes de la Policía detuvieran a dos personas que circulaban en una camioneta, la Fiscalía los procesó por traficar drogas.
El juez les dictó orden de prisión preventiva, pues los sospechosos habían escondido en un asiento del vehículo 30,48 gramos de cocaína y USD 649 en efectivo.
Cinco días antes se realizó otra audiencia telemática en la Unidad Judicial de Ibarra. Allí, la Fiscalía formuló cargos contra una persona señalada por tentativa de robo.
Según las indagaciones, un hombre ingresó a un domicilio con un arma de fuego y exigió a los dueños que le entregaran dinero y objetos de valor. En ese momento llegó la Policía y lo detuvo.
En 250 unidades judiciales del país se habilitaron salas diferenciadas y están equipadas con pantallas, parlantes, micrófono y una cámara.
En Pichincha están disponibles 18 de estas áreas; 10 de estas funcionan en Quito.
Con ese mecanismo, el pasado 30 de marzo, el fiscal Luis Arroyo procesó a un hombre por la muerte de su hija. Según las investigaciones, el sospechoso maltrató físicamente a la menor y los golpes provocaron su muerte. A través de un video, el procesado vio cómo un juez le ordenó prisión preventiva.
Guayas es una de las provincias donde más diligencias telemáticas se han dado.
Desde que comenzó la crisis sanitaria hasta el miércoles 8 de abril del 2020 se han llevado a cabo 374. Luego viene Manabí con 247 y otras provincias como Pichincha, El Oro, Esmeraldas, Los Ríos.
Como Guayas registra el mayor número de contagios por coronavirus, el pasado 26 de marzo, el Pleno del Consejo de la Judicatura dispuso que los jueces, fiscales y defensores públicos puedan comparecer por videoconferencia desde sus domicilios.
María del Carmen Maldonado, presidenta del organismo, indicó que esa decisión se tomó para “precautelar la vida y salud de los usuarios, así como de los servidores judiciales”. Solamente los detenidos deben estar presentes en la oficina judicial.
La primera diligencia que se realizó con ese mecanismo fue el 27 de marzo pasado, en Durán. La Fiscalía formuló cargos contra dos personas por tráfico de drogas. La jueza dictó prisión preventiva contra ambos.
El agente investigador de Guayaquil, César Suárez, indicó que cada 15 días debe realizar dos turnos como fiscal de flagrancia. Para las diligencias se conecta por medio de su celular, desde su casa. Recordó que la semana pasada atendió cuatro casos: tres por irrespetar el toque de queda y una por drogas.
Suárez indicó que antes de que se inicie la diligencia se realiza una prueba de conexión con el personal de tecnología y se crea un grupo de chat por WhatsApp para alertar si se produce un problema informático.
Un fiscal de Los Ríos también aseguró que durante la crisis sanitaria se ha apoyado en la tecnología para realizar su trabajo. Cuando llega un parte policial elabora un oficio y pide al juez que se instale la cita judicial. Ese documento lo envía por correo electrónico. Así desarrolla ahora su trabajo.
En contexto
Los funcionarios y detenidos que comparecen para la videoaudiencia utilizan implementos de bioseguridad, como mascarillas y guantes. Los fiscales van a sus oficinas hasta las 13:00 y en la tarde solamente acuden si existen convocatorias.
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