La suspensión de la audiencia de juzgamiento contra seis policías generó polémica la mañana de ayer, en Manta. Cerca de las 10:00, unas 200 personas protestaron afuera del Palacio de Justicia para que se inicie el juicio por las muertes de Luis Jaramillo de 20 años, y Danilo Bowen de 22, hallados sin vida en las canteras de Picoazá, Portoviejo, el 16 de octubre pasado.
Los seis uniformados están detenidos para las investigaciones.
La Fiscalía los vinculó con las dos muertes. Sin embargo, ayer, el fiscal encargado del caso pospuso la audiencia para el próximo 22 de agosto, porque -dijo- que no estaban presentes los testigos de la parte acusadora.
El hecho desató la manifestación. Familiares y amigos de los jóvenes fallecidos se ubicaron en la calle 3 y avenida 11, parte posterior del Palacio, para impedir que dos de los policías acusados salieran del edificio.
Los insultos contra los sospechosos cada vez eran más fuertes.
Más de 100 uniformados acordonaron las instalaciones judiciales para reforzar la seguridad. Pero los manifestantes lanzaron piedras contra una camioneta doble cabina en la cual se trasladaba a dos de los detenidos.
Uno de los ocupantes del vehículo fue impactado por una piedra en el rostro y fue llevado a una casa de salud.
La madre de Luis Jaramillo estaba indignada por la suspensión de la audiencia. “No es posible que esto suceda, queremos la presencia del ministro del Interior, José Serrano, o del Fiscal General. Aquí hay un delito, mataron a dos jóvenes y eso no puede quedar impune”, señaló molesta.
Un grupo de 20 boinas rojas y negras del Ejército llegaron para apoyar a los uniformados. Después del mediodía, los presuntos implicados en la muerte de los jóvenes salieron por la puerta principal, en medio de un operativo de seguridad.
Stalin López, abogado de los seis policías dijo ayer que sus defendidos tienen como pruebas la honorabilidad y buena conducta durante sus años de servicio en la Policía Nacional. “En la audiencia de juzgamiento demostraremos judicialmente el sustento de la defensa”, explicó.
Pasadas las 12:00, las actividades en el interior y en las inmediaciones del Palacio de Justicia de Manta se normalizaron.