La puerta del aula Calicuchima estuvo cerrada. Desde ayer y durante tres semanas, en esas instalaciones de Ciespal (norte de Quito), los cinco miembros del denominado Comité de Expertos del Consejo de la Judicatura (CJ) tomarán las pruebas prácticas a los candidatos a jueces nacionales.
A diferencia de las impugnaciones, una etapa que fue pública, en esta fase únicamente participan el postulante y personal autorizado de la Judicatura.
¿Por qué se declaró reservada esta etapa? Cristian Castillo, coordinador operativo del concurso, dijo que esto se debe a la necesidad de “garantizar la equidad para todos al mismo nivel”. Y añadió: “Si es que los demás tienen acceso a cómo funciona el procedimiento o a cuál es el caso, sería inequitativo para las personas que participan primero. Probablemente si alguien va y cuenta es problema de él”.
Rosa Álvarez no vio “nada especial” en la prueba. Esta aspirante a jueza nacional fue la primera en llegar al aula Calicuchima. Lo hizo a las 07:00.
¿En qué consiste la prueba práctica? Los candidatos eligen un caso de entre un paquete de sobres cerrados. Lo estudian; redactan una sentencia y simulan una audiencia ante el Comité: Remigio Auquilla, Sandra Morejón, Carlos García, Patlova Guerra y Diego Zalamea.
Álvarez dejó el aula a las 09:20. Detrás de ella estaba el aspirante Orlando Amores. El presidente de la Judicatura, Paulo Rodríguez, quien en la mañana llegó a Ciespal, confirmó que inicialmente a esta etapa fueron convocados 173 aspirantes.
Este número podría variar, pues entre ayer y mañana se notificarán los resultados de las impugnaciones. La vocal de la Judicatura, Tania Arias, quien también asistió a Ciespal, dijo que de los 77 candidatos impugnados al menos el 30% de esos recursos legales fue acogido. Quienes están en ese grupo “no podrán seguir en el concurso”.
Solo quienes obtengan al menos 42 puntos (en tres pruebas) pasarán a la audiencia pública. Se esperan 63 juristas para escoger a 21 jueces y 21 conjueces.