El ir y venir de transeúntes por la tradicional plaza Vicente Rocafuerte, en pleno casco comercial de Guayaquil, se suspendió temporalmente la tarde de este martes. La noticia de la presencia de un maletín negro, que supuestamente contenía material explosivo, obligó a la Policía a detener el tránsito en las calles 9 de Octubre y Pedro Carbo, y a restringir el paso de peatones por el sector, dominado por entidades públicas, bancos y grandes almacenes. Además el parque está la iglesia San Francisco, una de las más concurridas.
Juan Carlos P., uno de los muchos jubilados que frecuentan la plazoleta, relató entusiasmo haber sido quien alertó a la Policía Metropolitana sobre la presencia del portafolio. “Yo le dije a los metropolitanos que el maletín estaba ahí, que un individuo lo dejó botado y que nadie le paraba bola”.
Los metropolitanos llamaron a la Policía Nacional, y esta al Escuadrón Antiexplosivos del Grupo de Intervención y Rescate (GIR).
Aproximadamente a las 14:00 descendió del furgón negro del escuadrón un hombre ataviado con un pesado traje verde oliva y con casco. El hombre con el traje antiexplosivos caminó pesadamente hasta el maletín y colocó encima un detonante con una pequeña carga explosiva controlada. Los cientos de curiosos no dejaron pasar la oportunidad para tomar fotos con sus celulares de la hollywoodense escena.
Los agentes alertaron a los curiosos para que retrocedieran, ante la inminente explosión controlada. Pero antes de que muchos pudieran preparar sus teléfonos para eternizar la explosión, el maletín saltó por los aires en medio de un repentino estruendo que no solo espantó a las palomas, habituales en el parque céntrico.
Juan Carlos Ginés, a cargo del operativo, explicó luego que la explosión tuvo como fin descartar algún material explosivo dentro del maletín. “Los canes antibombas advirtieron de un riesgo de material explosivo y por eso actuamos”, dijo el oficial. Pero en luego se confirmó que en los restos del maletín no había ninguna bomba.
La Policía anunció que buscará identificar a la persona que habría dejado el maletín en la banca de la plaza.
A las 14:30 se levantó la restricción al tránsito vehicular y los curiosos aprovecharon para volver a cruzar por el sitio de la explosión. Minutos después la tranquilidad volvió a la plaza concurrida de palomas, jubilados y transeúntes.