Los bloques de marihuana prensada de 25 kilos cada uno se escondían en costales de papa. En total, la sustancia incautada sumó 420 kilos y fue localizada la mañana del martes 5 de mayo del 2015 en el interior de una casa, ubicada en Santospamba, un barrio al sur de la urbe.
Se trató de una investigación que inició hace un mes en la que estuvieron a cargo de agentes de la Jefatura Antinarcóticos, de las unidades contra el Microtráfico y de Investigación Antinarcóticos y el personal del GEMA.
En el operativo se allanaron dos viviendas en el mismo sector. La primera era usada como bodega, ninguna persona la habitaba, y en la otra casa vivían los presuntos dueños de la hierba, que es valorada en USD 210 000.
Cinco personas quedaron detenidas y fueron trasladadas a la Unidad de Flagrancia, en el norte.
Según David Ortega, jefe de Antinarcóticos de Pichincha, los sospechosos se encargaban del acopio y distribución del estupefaciente bajo pedido. Estos, supuestamente, proveían de la sustancia a toda la ciudad.
“Ellos vendían a otras personas y estas, a su vez, expendían a los pequeños expendedores”, dijo Ortega.
Los detenidos ofrecían dos variedades de marihuana: ‘La chola’ y la ‘cripy’. Esta última tiene mayor concentración del activo que provoca la alucinación en los usuarios y también es más cara.
Para los agentes, el hecho de que la droga haya estado en sacos de papa es un detalle que revela que el estupefaciente ingresó ilegalmente por el norte de la capital, posiblemente de Tulcán y desde Colombia.