En el opearivo policial ‘Atardecer’, los agentes se incautaron de documentos y armas de grueso calibre. Foto: Cortesía de Fiscalía
Los investigadores los denominan ‘colectores’. Se trata de emisarios ecuatorianos encargados de la compra de oro a contrabandistas peruanos.
Esos detalles aparecen en expedientes fiscales que forman parte de la investigación de una red transnacional dedicada a la exportación de oro de forma irregular desde Ecuador hacia Estados Unidos. Esa estructura delictiva fue descubierta en la operación policial ‘Atardecer’, ejecutada el 17 de junio pasado en tres provincias del país (ver info).
20 días después de esa incursión, EL COMERCIO accedió a los documentos que revelan que la organización se movía sobre todo entre Guayaquil y Machala. Allí funcionaban Spartan y Clearprocess, dos empresas que están cerradas.
Ahora, sus altos ejecutivos están detenidos en Guayaquil. Ellos son: Alberto M., Javier M., Jordi M., Cesar C., Gustavo J., Daniel N. y Jorge N.
Las dos compañías y sus accionistas son investigados por la entrega de grandes cantidades de dinero a los denominados ‘colectores’. Una vez que los mineros vendían el oro, los sospechosos trasladaban el mineral hacia centros de acopio en ciudades fronterizas.
En marzo del 2015 ya se identificó ese mecanismo. La Fiscalía descubrió una bodega clandestina en Huaquillas (El Oro), donde los ‘colectores’ acopiaban el mineral. En esa incursión fueron capturados nueve guardias de seguridad que transportaban 92 lingotes de oro en dos blindados. El oro, avaluado en USD 2 millones, llegó desde Perú.
Este Diario entrevistó a un investigador que conoce de cerca la operación. Los representantes de Spartan y Clearprocess también enviaban emisarios para que negociaran la compra de oro con pequeños artesanos mineros.
Reportes de la Agencia de Regulación y Control Minero refieren que entre el 2012 y 2014 Ecuador produjo oro por USD 675 millones, pero las exportaciones del mineral hechas en ese mismo período sobrepasaron los USD 1 015 millones. Es decir, hubo una brecha de USD 340 millones. Hay serios indicios de que ese excedente se fraguó de los negocios hechos entre los emisarios locales y los contrabandistas.
Pero ¿de dónde sale el oro ilegal peruano? Informes policiales de ese país aseguran que el mayor porcentaje se extrae de Madre de Dios, uno de los yacimientos más grandes de minería ilegal de esa nación.
Según una investigación de la Asociación para los Pueblos Amenazados, ante la ofensiva del Estado peruano contra la minería ilegal, “los protagonistas de la cadena de comercialización del metal han preferido sacarlo de contrabando por Bolivia y Ecuador desde 2014”.
Los seguimientos a Clearprocces y Spartan iniciaron en junio del 2015, luego de conocer información detallada del SRI y la Senae.
Estas entidades establecieron que los proveedores de oro de las dos compañías son exclusivamente contribuyentes RISE, (Régimen Impositivo Simplificado Ecuatoriano), un sistema que facilita y simplifica el pago de impuestos.
Tanto Spartan como Clearprocess, según reportes de la Unidad de Lavado de Activos, presentaron informes semestrales, comprobantes de compras y facturas que confirman que todos los trámites se realizaron con el RISE, a través de adulteración de documentos y suplantación de identidades. Además, los proveedores mayoritarios no registraron movimientos financieros de más de USD 10 000, pese a los montos millonarios de venta del mineral detectados; esto contrasta notablemente con el bajo nivel económico de vida de los supuestos contribuyentes.
Clearprocess, que no registra importaciones, realizó 110 exportaciones por USD 315 millones. Spartan efectuó 217 importaciones durante el período de análisis, por USD 6,5 millones. Spartan efectuó 141 declaraciones de exportación, por USD 241 millones.
En el 2014, Clearprocess presentó al SRI sus declaraciones de IVA, registrando como compras a contribuyentes acogidos al RISE por USD 157,2 millones; sin embargo, los anexos de compras presentados a la fecha de corte del informe del ente tributario no tuvieron registros; es decir que la firma no reportó a qué contribuyentes realizó las compras.
Otras piezas de este rompecabezas son 11 denuncias que el 2015 se presentaron en la Fiscalía de Machala por suplantación de identidad y abuso de confianza. La mayoría de demandas señala que recibieron comunicados del SRI, pidiéndoles que acudieran a esas dependencias para contestar unas preguntas sobre su RUC y RISE. Al comparecer los denunciantes se enteraron que eran investigados por un supuesto desfalco al estado y que personas desconocidas habían suplantado sus identidades para obtener otro RUC para la extracción y venta de oro.
Otros denunciantes indicaron que se adulteraron sus identidades para emitir comprobantes de notas de venta por supuesta venta de oro a Clearprocess, utilizando su RISE. En uno de los casos fue citado Aldo C, a quien el SRI le indicó que tenía una factura suya por USD 336 865 por venta de oro a Clearprocess, con RUC 0791757428001. Él respondió: “Jamás he emitido esa factura, nunca he tenido una actividad económica ni ningún negocio (…)”.
En contexto
Ejecutivos de dos empresas ecuatorianas, hoy detenidos, supuestamente suplantaron identidades y usaron papeles falsos para justificar exportaciones de oro hacia EE.UU. El mineral era adquirido a contrabandistas peruanos en ciudades de la frontera sur.