Según Miño, si no cumplía la disposición de Celi, recibía “amenazas” de destitución. Foto: Archivo/ EL COMERCIO
Entre las pruebas que Fiscalía utilizó para procesar al contralor Pablo Celi, al exsecretario de Presidencia José Agusto y otros siete, consta la versión de Luis Miño, actual director nacional de Responsabilidades de la Contraloría.
Su testimonio lo rindió el 13 de abril del 2020 frente al fiscal Homero Cepeda. Ese día fue detenido por ocho horas con fines investigativos. En ese lapso de tiempo se realizó la diligencia cuyo contenido reposa en la Fiscalía y ahora es público.
En su versión, el funcionario dijo que una empresa contratista de Petroecuador pagó sobornos para desvanecer glosas que tenía en la Contraloría por USD 13 millones.
Miño indicó ante el fiscal que en septiembre del 2018 “por disposición directa y verbal del contralor Pablo Celi”, él suscribió el desvanecimiento de cuatro glosas de esa compañía.
Contó que para ejecutar esta tarea, Celi lo designaba como subcontralor, pese a que en ese año, él se desempeñaba como secretario general del ente de control.
Según Miño, si no cumplía la disposición de Celi, recibía “amenazas” de destitución.
“Si no cumplía lo dispuesto por Pablo Celi, contralor general subrogante, había la amenaza de remoción de mi cargo o el sumario administrativo”, reza la transcripción del testimonio de Miño, que reposa en la Unidad de Fuero de Corte de la Fiscalía, en Quito.
Además, el funcionario dijo que desde que el Contralor asumió su puesto le ha ordenado al menos 15 veces desvanecer glosas de otras compañías, principalmente de telecomunicaciones.
El abogado de Celi, Jorge Luis Ortega, indicó que quienes desvanecieron las glosas de esa compañía fueron otros funcionarios de la Contraloría y no su cliente.
Según el abogado, no se requiere una orden o delegación de su defendido para que se ejecute ese trámite.
Además, aseguró que la eliminación de las glosas se concretó “en septiembre del 2018 cuando el Contralor estaba de comisión de servicios en el exterior”.