Siete personas que son buscadas por la justicia ecuatoriana están detenidas en Brasil, Colombia y Europa. Pese a que tienen difusión roja de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol), no son extraditadas hasta el momento al país.
En un listado proporcionado por el organismo internacional, los siete aparecen como presuntos responsables de delitos como tráfico internacional de drogas, asesinatos y violación.
Información de Interpol revela que ellos se encuentran detenidos en Brasil, Italia, Colombia y España. En esa oficina en Ecuador se señala que el trámite de los pedidos dependen de la legislación de cada país. Según la dependencia policial, esa es la causa por la que el proceso se demora más tiempo en ejecutarse.
“Stalin P., quien es acusado de supuesto asesinato en Ecuador, se encuentra preso en Italia, pero no ha retornado, porque apeló ante varias instancias jurídicas de ese país”, dijo un policía. Por eso, su extradición se ha aplazado.De las siete personas pedidas por Ecuador, únicamente los datos de tres aparecen en la página web de la Interpol. Según esa dependencia en Quito, solo constan los inculpados en hechos que son públicos. “Los que están bajo investigaciones no constan allí por seguridad”, dice un agente.
Gonzalo Realpe, experto en temas penales, sostiene que una de las trabas que se presenta en la repatriación es la falta de voluntad política. Argumenta que eso impide que los trámites se ejecuten con agilidad, tanto para quienes son requeridos por Ecuador en el extranjero o viceversa.
Los casos de personas que se encuentran en el país y son solicitadas desde otras naciones se analizan primeramente en la Corte Nacional de Justicia. Luego pasan a la Sala de lo Penal y, una vez que se confirma la sentencia, el Presidente de la República es la autoridad que niega o ratifica el dictamen. Para Realpe, eso hace que los temas legales se enmarquen en el ámbito político.
Un ejemplo es el caso de Danilo N. (sentenciado en el 2007 por presunto tráfico de drogas), quien fue pedido por el Gobierno de los Estados Unidos a Ecuador.
En este hecho, “la Primera Sala de lo Penal de la Corte de Justicia negó el recurso de apelación interpuesto por el inculpado y, por tanto, concede la extradición del indicado ciudadano a EE.UU.”.
No obstante, el presidente de la República, Rafael Correa, denegó el requerimiento, porque a una persona “no se la puede juzgar dos veces por la misma causa y atendiendo al principio de reciprocidad, toda vez que no existe de parte del Gobierno de EE.UU. la voluntad de atender los pedidos de extradición que han sido planteados por Ecuador”.
Un funcionario de la Corte Nacional de Justicia, quien pidió la reserva de su nombre, dijo que esta figura jurídica funciona de dos formas. Una de ellas se maneja con los tratados bilaterales y multilaterales. La otra vía es atendiendo a los acuerdos de reciprocidad entre los países.
Agrega que la segunda opción se aplica cuando no existen los convenios. “Si en un país fue detenido un ecuatoriano buscado por la justicia, desde acá tenemos que extraditar a alguien de esa misma nación que haya sido aprehendida. No obstante, si eso no sucede, a futuro queda el compromiso de, en caso de que alguien de ese país fuese arrestado en Ecuador, lo enviamos al país que solicita”.
Sin embargo, en el caso de Danilo N. no se cumplió la reciprocidad y no fue llevado a EE.UU. En cambio, eso sí se cumplió con la llegada del colombiano Henry G., inculpado del asesinato del político Jaime Hurtado, en 1999.
En ese caso, la Embajada de Colombia informó que el presidente de ese país, Juan Manuel Santos, aceptó en diciembre del 2010 la resolución que autorizó la extradición de esa persona. Pero el Tribunal Primero de Garantías Penales dio paso al pedido de revocatoria de la orden de prisión.