Han pasado casi cinco meses desde que una explosión daño el radar instalado en el cerro Montecristi, en Manabí. El 7 de noviembre del 2021, una detonación inhabilitó el funcionamiento de ese equipo.
Ese radar comenzó a operar el 27 de octubre del 2021 y su objetivo principal era detectar a las narcoavionetas que aterrizan o despegan en pistas clandestinas. Sin embargo, hasta ahora no ha podido cumplir con su finalidad.
¿Por qué hubo la explosión?
Según el comandante de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), Geovanny Espinel, una Junta de Investigación de Accidentes Terrestres determinó tres hipótesis, que habrían provocado la explosión.
La primera es que hubo una explosión por mal funcionamiento de la bomba de engrasado. Esta hipótesis fue descartada, pues los daños registrados en el equipo no revelan que esa haya sido la causa.
La segunda se trataría de un mal funcionamiento de los anillos deslizantes. Sin embargo, esta teoría también fue descartada porque en el centro de mando y control no se alertó de un daño en esa parte.
La tercera hipótesis es que la explosión “fue provocada por un elemento externo”, es decir no fue por daño en algún componente o parte del radar. Esta fue la causa más probable que determinó la Junta de Investigaciones.
Acciones para determinar responsabilidades
Espinel también señaló que la Fiscalía mantiene abierta una investigación. La denuncia penal fue presentada el mismo día de la explosión. Esa entidad realiza “los procesos y diligencias correspondientes y estamos a la espera de la culminación de la investigación”, indicó.
El comandante también señaló que el radar debe ser sacado del cerro de Montecristi y trasladado a un centro de mantenimiento de radares en la base aérea de Latacunga. “Se están haciendo gestiones y pedidos en Fiscalía para que autorice el traslado”.
Además, dentro de la Fuerza Aérea se han iniciado procesos administrativos disciplinarios contra 25 militares, 16 son oficiales y nueve son aerotécnicos. Según Espinel, esos procesos se iniciaron para determinar presuntas “fallas en la toma de decisiones en el ámbito de la seguridad” del radar.
“Quienes estén al margen de las labores propias de lo que se profesa en la vida militar tendrán que salir de la institución siguiendo el debido proceso desde el ámbito legal”, dijo Espinel.
Añadió que Manabí no se encuentra sin vigilancia. Explicó que los aviones de la FAE realizan permanentes operaciones para interceptar avionetas de tráfico aéreo no identificado.
Las cifras
El decomiso de droga en Manabí ha crecido en los últimos años. En el 2019 se decomisaron 5,9 toneladas, en el 2020 fueron 15,5, en el 2021 fueron 19 y en el primer trimestre de este año suman 2,1 toneladas de narcóticos. Parte de esta droga fue encontrada en avionetas ilegales.
De hecho, a nivel nacional se han identificado 376 campos que pueden ser utilizados para tráficos aéreos no autorizados, generalmente usados por organizaciones narcodelictivas.
99 de estos campos están en la Costa ecuatoriana. De esos, 41 están en Guayas y 28 en Manabí. Según datos de la FAE entre 2017 y 2021 se han identificado 76 tráficos aéreos no autorizados.
Según informes de Inteligencia militar, Manabí es la principal provincia por donde entran esas aeronaves y aterrizan en Guayas. Cuatro avionetas con droga fueron capturadas el año pasado.