La demanda presentada en el Juzgado 10 de lo Civil de Pichincha, el 31 de enero del 2013, fue una pieza clave. A partir de esa pista los agentes especializados de la Unidad de Lavado de la Policía siguieron los movimientos del exdirigente del Deportivo Quito, Fernando M., y otras cuatro personas.
El sospechoso fue presidente de una empresa aseguradora de Quito hasta mediados del 2012. Desde esa firma, al parecer, hizo operaciones y desvíos de dinero desde Ecuador a dos bancos internacionales, en Estados Unidos y Panamá, según informes de la Policía y la Fiscalía que abrió una instrucción.
Esta conclusión fue expuesta por el fiscal que dirige el caso, Patricio García, durante la audiencia de formulación de cargos que se realizó ayer en los juzgados de flagrancia, en el norte de Quito.
El funcionario argumentó que Fernando M., en calidad de presidente de la aseguradora, abrió tres cuentas por más de USD 8 000 000 en el banco Helm de Miami.
Luego transfirió más de USD 4 millones al Banco Huestor de Panamá. Asímismo la Unidad de Análisis Financiero detectó reportes inusuales de transferencias a las cuentas personales de Fernando M. “También se han desviado más valores a cuentas de otros personeros de la aseguradora”.
Durante la diligencia, el fiscal sostuvo que también “existen desvíos y depósitos en cuentas de varios jugadores y de la empresa Azul Grana…”.
Los desvíos de los fondos se dirigieron a cuentas de las empresas de Fernando M. en Panamá, cuyos accionistas son sus hijos, agregó el funcionario.
El Deportivo Quito, mediante un comunicado oficial, aclaró que más allá de la implicación del exdirigente no hubo una participación institucional en el supuesto lavado.
Precisó que varios policías acudieron a recabar datos a sus oficinas, el martes, dentro de sus investigaciones. “Este es un tema que no compromete a Sociedad Deportivo Quito ni a quienes encabezan el club en la actualidad”.
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- En contexto. La Fiscalía realiza una investigación por presunto lavado en contra de cinco personas. Uno de ellos es un exdirigente deportivo. En la indagación, la Unidad de Lavado de Activos determinó que se movieron más de USD 8 millones entre Ecuador, EE.UU. y Panamá.
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Ayer durante la diligencia, Fernando M. abrazaba a su esposa y le besaba en la cabeza, mientras ella lloraba. Tras del estrado, un grupo de agentes de la ULA, personal de la Fiscalía y allegados de los aprehendidos escuchaban los alegatos de la defensa y la Fiscalía.
Antonio López Cobeña, abogado de Fernando M. y su familia, sostuvo que sus defendidos son inocentes. A su juicio, la Fiscalía no ha determinado si los movimientos financieros son de origen ilícito, como el tráfico de drogas, armas o trata de personas. “Este es un caso copiado de una demanda civil seguida por la aseguradora. Aún no concluye en el juzgado en su primera instancia”.
Mauricio Figueroa, abogado del procesado Jorge S., insistió en que su defendido no ha sido beneficiario de dinero proveniente del lavado de activos. “La Fiscalía dice que varios jugadores del cuadro deportivo también han sido beneficiarios de transferencias. Capaz que a ellos también se los puede detener (…)”, precisó.
Al final de la audiencia, la jueza Lidia Alarcón dispuso la prisión preventiva durante los 90 días que durará la instrucción fiscal en contra de Fernando M., Lourdes D. y Jorge S. A la esposa del exdirigente, Myriam R., y a su hijo, David M., les dieron medidas sustitutivas. Ella padece problemas de salud y él tiene discapacidad.
El operativo en su casa en las afueras de Quito
La ULA comenzó la indagación hace cuatro meses luego de que se conociera el juicio civil planteado en contra de Fernando M. Como parte de esta investigación de anteayer, los agentes de esta dependencia policial indicaron que un sospechoso, representante de otra empresa aseguradora que iba a ser detenido, logró escapar.
Este sospechoso tiene relación directa con Fernando M., según los agentes, quienes tenían previsto incautar en la incursión nueve inmuebles y 14 vehículos. Los autos “son de lujo” y están valorados en más de USD 300 000. Una de las propiedades tendría un costo de USD 500 000, dicen los policías.
Los cinco sospechosos fueron detenidos en diferentes sectores de Quito. A la esposa e hijo de Fernando M. les ubicaron en su casa, en un conjunto residencial de Cumbayá.
Recorrieron la residencia de dos plantas, con piscina y pisos de fina baldosa. Los agentes decomisaron pinturas y figuras de bronce que decoraban las paredes de las salas.
Los uniformados indicaron que allí localizaron armas de fuego. Según el abogado del exdirigente, las armas tienen sus respectivos permisos y no han sido utilizadas.
También recogieron como evidencias joyas que se encontraban guardadas en cajones de madera. Las piezas eran guardadas en fundas plásticas y los policías les asignaban un código. El operativo inició a las 11:00 y finalizó pasadas las 16:00.
A través de la triangulación de depósitos realizada entre Ecuador, Estados Unidos y Pananá, se pretendía “limpiar capitales conseguidos de forma fraudulenta a través de un tema de contratos de seguros. Se efectuaron varios desvíos en diferentes tipos de contratos”, aseguraron los investigadores.
De igual forma, los agentes de la ULA detectaron que Fernando M. tenía letras de cambio “expiradas” a nombre de varios miembros del club y exjugadores o representantes.
Los agentes no descartan que los fondos manejados por el exdirectivo hayan sido destinados al pago de salarios.
Los investigadores también establecieron que los bienes no están a nombre del exdirectivo, sino de sus familiares, también enjuiciados en este caso.
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