El abastecimiento a los Grupos Ilegales Armados de Colombia (GIAC) es una de las causas del tráfico de armas en Ecuador. Reportes de la Unidad de Lucha contra el Crimen Organizado (ULCO, Inteligencia) lo señalan.
“Se producen armas en EE.UU., Brasil y Rusia, que llegan al Ecuador y luego son trasladadas a Colombia”, dice Fernando Carrión, investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso). Para el experto, el contrabando de esta clase de implementos responde a las nuevas modalidades del crimen transnacional, en el que las fronteras son utilizadas como nodos de articulación mundial del delito.
Según un estudio de la Flacso, entre el 2002 y el 2005 al país llegaron importadas 23 693 armas de fuego de bajo calibre. El documento refiere que los cinco principales proveedores eran Estados Unidos, Brasil, Austria, República Checa y Alemania, en ese orden.
Ecuador prohibió la importación de armas desde el 27 de junio del 2007 (Acuerdo 619 del Ministerio de Defensa).
El Departamento de Control de Armas del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, reportó ese año la importación de 5 960 armas de forma legal; la mayoría correspondió a pistolas: 2 757.
La medida gubernamental busca reducir los índices de violencia. El 31 de junio del 2009 la estrategia fue complementada con otro Acuerdo, el 001, suscrito por Defensa y Gobierno. Allí se restringió el porte de armas.
Entre el 2003 y el 2009, 21 256 armas fueron decomisadas en el país. Según Juan Carlos Rueda, jefe de la ULCO, el año pasado se registró una mayor cantidad de hallazgos con 3 565 (en el 2008 hubo 3 247 decomisos).
En la base de datos de las FF.AA. hay 355 importadores de armas que comercializaban artefactos. A ellos se sumaban 172 expendedores, no importadores. Asimismo, en el registro hay 25 importadores de explosivos y 60 comerciantes de este material.
Carrión dice que hay un circuito de comercialización donde se desarrollan mafias. Se refiere a los canales de importación ilegal. Rueda señala otra fuente para la provisión de armas en el mercado negro: el robo en los rastrillos de las fuerzas del orden, con la participación de uniformados.
En diciembre se hallaron armas en una casa del sur de Quito. Rodrigo Cartagena, jefe de la Policía Judicial de Pichincha, señala que “se pudo detectar que era de las FF.AA. Al parecer ese material tenía como destino Colombia”. El caso es similar al registrado en agosto del 2003, cuando agentes de Inteligencia y del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) encontraron, también en una casa del sur de Quito, seis ametralladoras MAC, calibre 7,62 milímetros, con sellos del Ejército (Brigada de Apoyo Logístico Quito). Según la Policía, esas armas tenían como destino las FARC.
Pero las FARC no son las únicas que utilizan a Ecuador como puente para abastecerse de material bélico. También lo hacen las otras bandas criminales vinculadas al narcotráfico en el vecino país: Águilas Negras, Los Rastrojos y las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). La ULCO dice que estas agrupaciones tienen influencia en el país.
Un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), que da cuenta de la globalización de la delincuencia en el 2010, refiere que los carteles de la droga de México, vinculados a los narcotraficantes de Colombia, también tienen conexiones para armarse en Sudamérica; aunque su principal abastacedor es Estados Unidos (ver nota adjunta). El estudio de la Unodc refiere que en Ecuador hay un promedio de 3 habitantes por cada 100 que cuentan con un arma de fuego.
Según un informe del Comando Conjunto, entre el 2004 y el 2008 fueron destruidas 14 417 armas requisadas en el país. En el documento hay una puntualización: 85% de armas decomisadas era de fabricación nacional.
“En muchas de las operaciones hemos advertido sobre los sistemas de seguridad de los laboratorios, los capos y los sistemas sicariales. Estas organizaciones criminales tienen armamento al margen de la Ley”, señala Rueda. Una parte de esas armas son las fabricadas de forma artesanal.
En el país hay 128 fabricantes de armas, según las FF.AA. Pero de ellos solo 39 tienen autorización para operar, reza en el documento del Comando Conjunto.
En Guayas y Esmeraldas se registra la mayor cantidad de material requisado. Para la Dirección Nacional de la Policía Judicial, eso revela que el tráfico de armas ha crecido en los últimos dos años (ver cuadro adjunto).
Según la ULCO, en las zonas urbanas las actividades son clandestinas: se encubren en empresas que aparecen como legales solo en la fachada. A nivel rural, las mafias utilizan a población campesina. Desde diciembre, Inteligencia ha detectado tres casos de tráfico de pentolita en Otavalo.
Carrión considera que la única forma de controlar el tráfico es a través de la aplicación de políticas internacionales para el control de armamento. “No es suficiente tener solo una política nacional”.
México y las armas militares
Entre las fuentes alternativas para dotar de material bélico a los carteles mexicanos figuran las armas militares. El Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de EE.UU. (ATF) refiere que el 1,74 % de armas decomisadas a las mafias en México pertenecía a militares.
Los datos se incluyen en un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc). Según el documento, los carteles se nutren también de la importación de armas militares de Guatemala, El Salvador y Nicaragua. Asimismo, en el informe se señala que las mafias mexicanas se abastecen de armas desde Sudamérica, traficadas con la cocaína desde Colombia y desde Venezuela, a través de rutas clandestinas en Centroamérica.
La Unodc, en su informe difundido este mes, señala que 7 200 armas decomisadas en México (de un total de 27 721 armas incautadas en el 2008 a los carteles) fueron sometidas a la ATF en el 2008. El 75% de las armas correspondía a pistolas. En el 25% de las armas restantes se hallaron variantes semiautomáticas de AK-47, de tipo militar