Los asesinatos son un negocio en Durán. Este cantón, cercano a Guayaquil, se ha convertido en el centro de operaciones de los brazos armados que sirven a las mafias más peligrosas del país. Ayer, 14 de febrero, la conmoción social se tomó las calles de esta ciudad desde muy temprano en la mañana.
Los cadáveres de dos hombres aparecieron colgados de uno de los puentes peatonales más concurridos de la ciudad. Es la primera vez que en Ecuador se muestra unos asesinatos al puro estilo de los carteles de la droga mexicanos en espacios públicos.
De hecho, la Policía informó ayer que los crímenes pudieran estar relacionados con la incautación de siete toneladas de droga en Guayaquil. Además, se sospecha que las dos víctimas estaban desaparecidas desde el viernes pasado.
Informes de la Policía revelan que no son los únicos asesinatos con extrema violencia este año.
El 12 de enero pasado, el cuerpo degollado de un hombre fue hallado en pleno centro de Durán. La cabeza estaba en un costal y el tórax en otro. Dos meses antes, los vecinos del Cerro Las Cabras se aterrorizaron cuando descubrieron otros dos cadáveres desmembrados en una de las escalinatas.
La versión oficial en esos crímenes fue que se trataban de asesinatos por disputa de territorios. Pero, ¿a qué tipo de territorios se refieren las autoridades?
Agentes de Inteligencia y de la Policía Judicial dicen que este cantón de Guayas se convirtió en los últimos dos años en una de las zonas más peligrosas del país porque su base de crímenes es el sicariato.
Las investigaciones de los uniformados señalan que desde el 2020, dos bandas delictivas montaron en Durán un mercado ilícito para dotar de todos los elementos a los sicarios que operan en Guayas y otras provincias de la costa.
Por ejemplo, los detectives saben que las redes cobran entre USD 300 y USD 500 por las armas que se utilizan en los crímenes. También cuentan con talleres mecánicos y bodegas en donde se comercializan motocicletas para las conocidas ‘vueltas’.
Esos vehículos se consiguen desde USD 400. Las municiones y autos también son otras ofertas que mantienen las redes. Por último, las bandas ofrecen gatilleros experimentados que cobran hasta USD 5 000 por cada asesinato. Los costos bajan si el pistolero es más joven y está iniciando en este mundo ilícito.
Por ejemplo, en Durán en el 2021 se retuvo a más de 25 adolescentes implicados en asesinatos. Los agentes dicen que cobran desde USD 600 por matar a una persona. La tarifa varía según la dificultad que tenga el encargo.
Todas estas plazas son negocios que generan altos réditos a las organizaciones delictivas. Ahora se ha contabilizado a cuatro bandas que operan y se disputan el control de esos negocios ilícitos.
La Policía tiene datos de los cabecillas. Hay agentes encubiertos que siguen a esos hombres, que en su mayoría tienen más de una decena de crímenes a su espalda. Por todos estos hechos, en el cantón Durán también se han movilizado más policías para reforzar los controles de seguridad.
Sectores como Los Arbolitos, El Recreo y Divino Niño son los más concurridos por los sospechosos. Ahí hay células de microexpendedores de droga. Ellos cumplen dos funciones. La primera es la venta de alcaloide al menudeo y la segunda es el reclutamiento de nuevos sicarios para sus filas.
Para esto último, las bandas van a los barrios más pobres y se hacen pasar por grupos religiosos. Así adiestran a los chicos desde los 12 años para cometer los crímenes. La Policía tiene monitoreados cinco parques y plazas que son usados para las reuniones. Los agentes dicen que llevan a los chicos en las noches y les inician contando las historias de los jefes de bandas que han fallecido en combate.
Las imágenes de estos personajes son tan enaltecidas por las mafias que incluso sus rostros son pintados en las paredes de barrios. Así delimitan las zonas en las que cada organización tiene poder. Por ejemplo, una banda originaria de Manabí instauró una célula de gatilleros en esta ciudad. Las gradas de parques y veredas tienen sus colores negro y amarillo. Otros, en cambio, pintan dibujos de perros, águilas y cocodrilos.
El Municipio de Durán ha intentado borrar esos grafitis con el trabajo de brigadas de aseo. El incremento de la violencia ha generado que familias enteras salgan de Durán rumbo a otros cantones como Daule y Guayaquil.
Por todos estos hechos, para esta semana se prevé una reunión del Comité de Seguridad Cantonal para analizar estrategias y combatir el crimen organizado.